Vale. Lo hemos logrado (y me uno, porque como periodista, he entrado en la trama).
El miedo le ha ganado a la duda, la paranoia no lo es más, ahora es una certeza: es Pandemia, es mundial dicen… y al miedo se le suma la desconfianza al otro (al que sea) vivimos ya un aislamiento que no sólo es físico, es anímico…
Todos a casa, a protegerse del aire mismo que respiras, a gastar MUCHA agua, a armarnos de víveres, a estar pendientes de las “noticias”, (que cada vez confunden más), a saberlo todo y al mismo tiempo, a sentir que “no sabemos nada”. A oír sin entender, a no preguntar, a armarse de víveres, de medicinas y de entretenimiento barato, lo que sea que te distraiga para “no pensar”.
Yo he estado ahí, en medio de los familiares de los infectados. Igual que muchos compañeros periodistas… del mundo mundial, nunca mejor dicho.
¿No deberían estar los enfermos aislados a cal y canto? ¿No son ellos el peligro de esparcir el contacto? ¿No deberían prohibir el contacto con su familia? ¿No deberían los familiares y amigos estar en observación constante? ¿No deberíamos primero aislar a quienes se supone que están enfermos? ¿Examinarlos hasta el cansancio?
¡Por favor! La prensa nacional e internacional está hablando TODOS los días con los familiares de las personas internadas, están ahí, en la calle, respirando, hablando, llorando, fumando, comiendo… afuera de los hospitales…
Si la “contagiosidad” es verdadera, veremos en unos días al mundo periodístico caer como moscas, contagiados de influenza porcina. Reporteros de TODO EL MUNDO a quienes han dejado entrar y partir sin ningún tipo de revisión… yo lo he visto.
Va todo muy rápido, sobre todo el temor… la pregunta, la gran pregunta, es ¿Qué sigue?
Tras el anuncio de la “Pandemia” quiero verlo. Tengo ganas de verlo. De verdad, más que temerosa, estoy curiosa:
Hasta hoy han logrado aislarnos, atemorizarnos e instalarnos la “insolidaridad” : piensa primero en ti, primero tu casa, no hables con nadie, no toques a nadie, cúbrete el rostro… y ahora el entorno te ve mal si no estás detrás de una máscara: te juzga.
Hoy, eres aún más peligroso que un familiar enfermo si vas a rostro descubierto… eres sospechoso si sonríes… no son tiempos para ello.
Hemos normalizado lo anormal. En menos de una semana hemos entrado “al trapo”, aunque no sabemos lo esencial: ¿cuándo, dónde y cómo y por qué comenzó?
Lavémonos constantemente las manos, tiremos los tapabocas en bolsas de plástico, usemos más de uno al día, desinfecta todo, (con productos químicos, claro), no andes por las calles, evita el transporte público, mucho mejor moverte en tu propio auto.
Olvídate de la escasez de agua: gástala, olvídate de lo que contaminan los productos químicos: úsalos, olvídate de ahorrar: aprovisiónate, olvídate de la contaminación: consume, olvídate de preguntar: créetelo todo, olvídate de ayudar: sálvate a ti mismo.
Señores: llevamos menos de 200 muertes por la “Pandemia” (del mundo mundial).
El mundo peligra por un virus que nadie nos explica… nadie nos dice tampoco que cada año (CADA AÑO) mueren en el mundo por influenza (o gripe) normal entre 250 y 500 mil personas: CADA AÑO insisto…. Por no hablar de otras cifras MUCHO más escalofriantes de muertes diarias… aunque ¡claro! … como esas cosas suceden “allá lejos”, nadie les teme.
Bombardeo informativo (por llamarlo de alguna manera) … confusión de cifras y motivos.
La prensa (del mundo mundial, también pandémica) está preocupada más por la cobertura misma y por sus tecnicismos, que por lo que nos está ocurriendo a quienes no estamos enfermos (algo así como TODO EL RESTO DEL MUNDO); los grupos informativos (los dueños) estarán encantados, supongo… se reaviva el negocio, que hasta hace poco moría.
A ver quién es el periódico o la TV tan valiente para guardar un prudente silencio….
Para no informar lo que vomitan las autoridades (sean de México o no) a ver quién es el dueño de medios tan congruente como para exigir a las autoridades explicaciones (y cifras) congruente, bajo la amenaza de “no informar hasta entonces”…
A ver quién es el valiente director de un medio que da la orden de “hacer huelga de noticias de influenza” hasta que no se diga “la verdad” detrás de todo esto.
Nadie, lo hará: somos todos parte de una trama de vertiginoso contagio (así son las “pandemias”)… y en esa medida, seremos todos responsables también de lo que nos pase a continuación, de lo que le pase al mundo y al ambiente, y a nosotros mismos.
Porque seguramente tú, que lees esto, no tienes influenza porcina, pero sí sufres la enfermedad alrededor de todo esto…. seguramente tú sí has dejado entrar a tu casa y a tu vida a la verdadera “Pandemia” de hoy: el virus del miedo.
PD. La buena noticia es que para el virus del miedo SÍ hay una vacuna: el discernimiento
--Attte:
Cristina Avila-Zesatti
Journaliste&Productrice
52+1) 55.2766.2310 mobile Mexique
34) 666217900 mobile Espagne
xtina.avila@ gmail.com
www.corresponsaldep az.org
xavila@corresponsal depaz.org
"Un milagro no es la suspensión de una ley natural, sino la implementació n de una ley superior"
(A miracle is not the suspension of a natural law, but the implementation of an upper law)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario