sábado, agosto 28, 2010

Hay veces que se me escapa el charrua de adentro.....

No hay un grito mas destemplado ni mas inoportuno que el del basurero.
Deja este el carro en el extremo de la cuadra, recorre enseguida ambas aceras, golpeando con fuerza en los llamadores, y colocándose la mano en la boca, grita en cada puerta:
- Sura !
Estos son los mas civilizados. Los otros dan un grito cavernoso, ininteligible, algo así como un rugido que penetra por el zaguán, retumba en los patios y va a morir allá en la cocina, en uno de cuyos rincones yace por lo general el cajón de la basura, parecido al féretro de los hospitales, que sirve para transportar a los muertos de hoy y vuelve enseguida para llevar los de mañana. Las casas acomodadas tienen generalmente un cajón reforzado, presentable, hasta decente si se quiere, si es que cabe decencia en un receptáculo de basuras; pero los cacharros mas en boga para ese uso son las latas de querosene, los tachos desvencijados, que se ven todas las mañanas en el borde de las aceras, listos para recibir la visita del basurero, atestados de toda clase de desperdicios: trapos, papeles, legumbres, huesos y todas las inmundicias que la prolija escoba se entretiene en recoger durante el día, desde la sala al último rincón de la casa.
En el cajón de la basura puede estudiarse la vida íntima de cada familia: lo que come, lo que gasta, lo que despilfarra, lo que ahorra, lo que trabaja y lo que viste. Es como el índice de la vida interior, el sumario de lo que ayer se hizo, el libro diario de la casa. Si los basureros fuesen observadores, acabarían por conocer a fondo a todos los habitantes de la ciudad, interiorizándose en sus usos, en sus vicios o en sus virtudes, con solo prestar un poco de atención a lo que sale de cada cajón de basuras al vaciarlo en sus carros.
Hasta las diez de la mañana se ven por las calles, alineados en el cordón de las aceras, los cajones de basura, humeando los vapores de la fermentación, que se elabora dentro de sus vientres inmundos.
Los primeros que registran las basuras son los perros callejeros, esos pobres perros que no tienen amo, perros anónimos, comprendidos bajo la denominación genérica de pichichos, chupados de verijas, con el cuero sobre las costillas, las patas flojas, la cola embarrada, que van de un cajón a otro en busca de gangas, mirando recelosos a todos los que pasan, como temiendo que cada uno sea el dueño de lo que ellos van a tomar, soportando con resignación los reconocimientos de los mastines de casa rica y hasta huyendo ante los ladridos de los falderillos: tan cierto es que la miseria acobarda aun a los mas fuertes!
El perro callejero conoce al basurero y le teme. Por eso va siempre delante de él a una distancia prudente, para huir a tiempo antes que le alcance el zurriagazo que a cada instante le amenaza, cuando no temeroso del perro del basurero, que va debajo del carro, como custodiando la mercancía de su patrón.
Sin saber a que atribuirlo, he notado que la mayor parte de los basureros son cojos, derrengados, chuecos, y si no lo son, lo parecen. Ellos tienen su sastrería en su carro; sus trajes son siempre abigarrados, remendados con retazos desiguales en calidad y en color; en la cabeza sombreros contrahechos, sin alas unos, y con la copa espanzurrada otros; en los pies el desparejo calzado, una bota en el izquierdo y un zapato en el derecho, uno de charol y otro de becerro, prendas todas encontradas al vaciar el cajón. Cuando logra dar con un par completo, lo cuelga en la trasera del carro, y los sombreros que halla los ensarta en las estacas. El basurero va siempre provisto de una lata y una bolsa. En esta echa todas las hojas de coles, de repollos, de lechugas y coliflores, los pedazos de pan y los manojos de paja que encuentra entre las basuras, destinado todo al alimento de sus mulas, esas mulas héticas, descoloridas, clásicas, de los carros de basurero, que se paran cada diez varas para dar tiempo a que el amo vacíe los cajones, entreteniendo sus ocios en recoger con la jeta estirada las hebras de paja dispersas en el empedrado, hasta que el basurero, habiendo cargado todo lo que quedaba atras, las hace andar de nuevo con un "arre china!" acompañado de un planchazo en la escuálida anca dado con la pala que le sirve para recoger los restos que caen a la calle.
La lata le sirve al basurero para acarrear la basura de adentro de algunas casas que, por no tener servicio o por rubor de exhibir sus desperdicios, pagan una propina para que los saquen. Y así, de cuadra en cuadra, se va llenando el carro, hasta quedar atestado. El basurero trepa entonces sobre aquel hacinamiento de inmundicias, las aplasta con los pies, las comprime, hasta que reduce su volumen, para seguir echando un cajon tras otro, sin apartar nada mas que los escobas y plumeros viejos, que entierra por el mango entre los despojos de sus propias víctimas.
Cuando ya no cabe mas, el basurero lleva el carro hasta la estación de tranvía a los Pocitos, y allí descarga el contenido en unas grandes zorras, que mas tarde transportan aquella mercancía putrefacta al gran depósito situado allá, en las afueras, a orillas del mar, a espaldas del Cementerio del Buceo.
Qué se hace del contenido de los setenta carros de basura que diariamente salen de Montevideo? Confieso que nunca se me había ocurrido averiguarlo, pero, curioso como soy por instinto, se me ocurrió ayer saber que se hace de lo que la ciudad desperdicia, y sin darme largas para salir de la curiosidad, ayer mismo tomé el tranvía, y me fui al paraje en que se deposita la inmundicia.
El día era espléndido, había polvo de oro en la atmósfera. El mar parecía un pedazo del manto azul del cielo echado sobre la tierra; los médanos blancos de los Pocitos brillaban como si sus arenas estuviesen sembradas de pequeños prismas de cristal. Una alfombra tupida de trebol vestía todos los potreros, y las vacas, indolentemente echadas, rumían aquellas hierbas, con los ojos entornados, como si les lastimase el exceso de luz que doraba todo el paisaje.
El tranvía me dejó en la puerta del Cementerio del Buceo, cuya soberbia entrada contemplé por algun rato, extasiado ante la lozanía de aquellos pinos que franquean su gran calle central, y el apacible silencio que reina en aquel recinto, poblado por miles de habitantes que no hablan, ni rien, ni lloran, ocupados todos en nutrir a la tierra con su savia, devolviéndole asi el capital con que se alimentaron mientras vivían.
Perdonará el lector que pase de largo por el Cementerio del Buceo, porque si entro no tendré tiempo de llegar a las basuras. Seguí, pues, todo a lo largo de la tapia, recorriendo un trecho de unas tres cuadras, ya al llegar a la esquina... horror! me encontré con el reino de la inmundicia, vasto, hediondo, con montañas de desperdicios y abismos de porquería, flotando sobre toda la superficie una atmosfera de vapores agrios, que temblaban a la luz del sol con reverberaciones que mareaban la vista. Y en medio de toda aquella inmundicia, como dueños absolutos de aquellos pestilentes dominios, centenares de cerdos, gordos, ufanos, orgullosos de verse enseñoreados de tanta porquería, en la cual se revolcaban y hozaban con sus prolongados hocicos, como gozándose en revolver la podredumbre.
Y junto con los cerdos, hombres, hozando como los cerdos entre la basura, disputándose con ellos las piltrafas. Nada se desperdicia allí, todo se clasifica y colecciona separadamente: aquí los huesos, allí los vidrios, allá los trapos, mas lejos las latas, aculla los cueros, todo prolijamente entresacado de la basura que diariamente arroja la ciudad como inútil desperdicio.
Las sobras de Montevideo dan todavía pie para una industria, una industria productiva, que proporciona trabajo a centenares de brazos y alimento a numerosas familias, amén de la manutención que aprovecha a un millar de respetables y suculentos cerdos. Yo creía haber visto chanchos, muchos chanchos, en mi reciente excursión a La Extremeña, de que ya di cuenta a mis lectores, pero declaro que aquello no dá una idea de lo que son esos interesantes animalitos. Aquellos cerdos duermen en chiqueros aseados, comen maiz en limpios pesebres, y retozan en potreros pastosos. Son chanchos acicalados, lavados y peinados, despoetizados por la higiene. Estos otros que vi ayer son los chanchos verdaderos, al natural, sin hoja de higuera, sucios desde el hocico hasta el rabo, comiendo entre la inmundicia, bebiendo entre el fango, durmiendo entre la porquería, enamorándose en medio del hedor punzante que brota de aquella fermentación pútrida, alimentada día a día con nuevos elementos de corrupción.
Es de verlos, echados al sol, con sus enormes panzas enterradas en un barro negro, espeso, mefítico, dilatados los agujeros del hocico como para aspirar todas las emanaciones que se desprenden del inmundo lecho en el que tan a su placer yacen. Allí, entre la porquería, estan en su elemento, como el pez en el agua, gruñendo de placer, retozando con voluptuosidad allí donde es mas espesa y hedionda la inmundicia.
A pesar de la repugnancia que aquello me infundía, quise verlo todo, pues ya que en ello estaba no era cosa de dejarlo a medio camino, y eché a andar, atravesando de un extremo al otro el país de la basura. A medida que me iba internando, el hedor se hacía mas agrio y la atmosfera mas pesada. Millones de moscas zumbaban entre la podredumbre, revoloteando con sus alas transparentes, persiguiéndose unas a otras, alegres y retozonas, a la luz del sol, que las calentaba y activaba al mismo tiempo la fermentación en que ellas encuentran su alimento.
Al extremo del basurero, el terreno declina rapidamente hacia la playa, y en ese declive esta instalada la grasería, en cuyas tinas se echan todos los huesos para sacarles la grasa que conservan adherida; restos de puchero y asados, caparazones de aves, huesos de jamón, todos los desperdicios de las cocinas, sometidos a la acción del digeridor que les extrae la última partícula grasienta que les queda. Y al lado de la grasería, y en los declives, y en la playa, cerdos y mas cerdos, y siempre cerdos por donde quiera que se mire, comiendo unos, tendidos a la bartola otros, gruñendo todos al verme, como enojados de que pisase sus dominios una persona cuyo aseo era una profanación a la inmundicia en que vivían tranquilos y felices.
Desde aquella pendiente en que está situada la grasería, se divisa un paisaje amplio, monótono, pero con esa monotonía grandiosa del mar que se junta allá en el horizonte con el cielo, confundiendo ambos sus colores. La brisa no tenía fuerzas para rizar siquiera la límpida superficie del agua, y solo junto a la playa el vaiven de las corrientes enrulaba esas olas largas y mansas que mueren sobre la orilla convertidas en espumas. A lo lejos, al este, blanqueaba el caserío de la Isla de Flores, flotando al parecer en el aire, entre las brumas azuladas que nacían del mar.
En torno todo era arena, festoneada la costa con graciosas curvas, terminadas en promontorios que se internaban en el agua. Al pie de la grasería revoloteaba una bandada de gaviotas, pescando a picotazos los pejerreyes y roncaderas que acuden a comer los desperdicios que vomita en el mar el caño de la fábrica. Al otro lado, por sobre las tapias del cementerio, asomaban los penachos verdes de los pinos y casuarinas; y por detras de mí, la basura, con sus emanaciones fétidas, con sus cerdos, con sus millares de ratas hambrientas y chillonas, anidadas en las mismas entrañas de aquella montaña de inmundicias.
Aquí, un monton de frascos, predominando los de Tónico Oriental, el bombástico regenerador de cabello de Lanman y Kemp; allá una piramide de botellas; y mas lejos un hacinamiento de vidrios rotos, destinados a pasar nuevamente por el soplete para salir convertidos en objetos útiles.
En una inmensa lata yacen en revuelta confusión cachivaches de bronce, cobre y plomo: pestillos de puertas, llamadores, boquillas de lámparas, aparatos de gas hechos pedazos, bitoques, trozos de cañería y otras mil baratijas. En sitio aparte estan los fierros: llaves, clavos, tuercas, pasadores de puerta, cerraduras desvencijadas, y cien zarandajas mas que no admiten clasificación. Mas allá el zinc y la hojalata: pedazos de planchas para techo, cajas de conservas, latas de aceite, tarros de pintura y barnices, y todas cuantas clases de envases de lata se fabrican, todo abollado, hundido y agujereado. En un campo vecino se secan al sol grandes montones de trapos: recortes de terciopelo y retazos de zarazas, pingajos de raso, tiras de gro, andrajos de lana, de algodón, de hilo, todo revuelto y confundido, destinado a la exportación para Europa, en cuyas fábricas se convierten todos esos desperdicios inmundos en hojas de papel satinadas, guardadoras de secretos amorosos, mensajeras de tristes o risueñas nuevas, condenadas, despues de haber cumplido su misión, a volver nuevamente al cajón de la basura para ser pisoteadas por cerdos, realizándose en ellas la sentencia bíblica que condena al hombre a volver al polvo de donde salió.
Si yo tradujera aquí lo que cada uno de aquellos pedazos de trapo hablaba a mi imaginación, tendría para tejer mas de una historia, pero, feliz o desgraciadamente, no me da a mi por tales fantasías, asi que, sin preocuparme mucho ni poco de lo que decían aquellos restos de atavíos feminiles, emprendí la retirada, abriéndome camino por entre la muchedumbre de cerdos que poblaba aquella inmunda comarca, laboratorio inmenso en que fermentan las sobras de la ciudad, con desprendimiento de gases hediondos, en cuyo ambiente pululan todos los repugnantes engendros de la podredumbre.
Cuando salvé los límites del reino de la inmundicia, dirigí una última mirada para abarcar en conjunto los detalles que dejo narrados. No vi mas que cerdos, muchos cerdos, revueltos con una veintena de hombres, disputandose unos y otros las piltrafas que desenterraban, unos con sus garfos de fierro, y los otros con sus hocicos puntiagudos.
Por todas partes, basura y mas basura y allá en el fondo de un barranco profundo, un haz de luz clara, viva, con una aureola dorada como un inmenso brillante engastado entre la inmundicia. Era una lata de conservas en cuya pulida lámina se estrellaba un rayo de sol rompiéndose en menudísimas hebras de oro, como se rompe en hilachas de plata un chorro de agua al caer sobre el enlosado.

Agosto, 1 de 1883. De "Crónicas Montevideanas" de Sanson Carrasco.

El mate

Una simple infusión, con sabor inconfundible que, incluso, si uno lo
degusta seriamente, encuentra que no es rico.
Tampoco feo: es sólo mate.
Pero he aquí el "quit" de la cuestión.
Hacete el distraído, te develará una gran verdad: el sencillo mate es
nada más y nada menos que una demostración de valores:
Es la solidaridad de bancar esos mates lavados porque la charla está
buena; la charla, no el mate.
Es el respeto por los tiempos para hablar y escuchar; vos hablas y yo
tomo y viceversa.
Es la sinceridad para decir bien, basta, cambiá la yerba!
Es el compañerismo hecho momento.
Es la sensibilidad del agua hirviendo.
Es el cariño para preguntar, estúpidamente, está caliente ¿no?
Es la modestia de quién ceba mejor mate.
Es la generosidad de dar hasta el final.
Es la hospitalidad de la invitación, ya sea la alfombra de tela o de pasto.
Es la justicia de uno por uno.
Es la obligación de decir gracias, al menos una vez al día.
Es la actitud ética, franca, leal de encontrarse sin mayores
pretensiones que compartir un mate que, querido amigo, ahora sabes, no es sólo un mate...

¿Qué es la Yerba mate?

La Yerba mate es un árbol que crece en las cuencas de los ríos Paraná,
Uruguay y Paraguay, en una región sudamericana que abarca la zona
trilimítrofe entre los países de Argentina, Brasil y Paraguay. Los
indígenas de esa zona, los Guaraníes, usaron este vegetal desde antiguo
por sus propiedades alimenticias y curativas.
Hoy, la Yerba mate se usa en forma muy extendida no sólo en esos países,
sino en otros como el Uruguay y Chile, y en torno de ella se ha forjado
una fuerte tradición cultural. Hoy su uso difiere de la antigua manera de
consumirla de los Guaraníes, quienes maceraban sus hojas por días y luego bebían esa preparación como un curativo para diversas enfermedades (reumáticas, intestinales, etc.) y como un elíxir reconfortante que les brindaba fuerza y energía.
En Sudamérica es muy extendido el ritual del "mate cebado" como
una manera social de consumo de la infusión.
En la actualidad, la forma de consumo es la infusión, la cual se realiza
de dos maneras predominantes:
En forma de té, para lo cual se cuela la Yerba mate o se usa el
empaquetado comercial en forma de los típicos saquitos en que se prepara el té.

En el curioso ritual del "mate cebado", para lo cual se necesita una
vasija pequeña (llamada mate) hecha de frutos naturales, de madera o
metal; la bombilla, un tubo de metal o caña con perforaciones en su parte inferior que, al sumergirla en el mate con yerba, hace las veces de sorbete y colador al mismo tiempo. El mate se "ceba" (se sirve) con agua caliente, pero existe la versión fría llamada "tereré".
Esta costumbre muy generalizada en toda una vasta región de Sudamérica tiene connotaciones culturales muy fuertes. La Yerba mate se consume más por esa tradición que por sus muchas propiedades nutritivas y curativas.

Sus propiedades
Los científicos estudian las propiedades de la Yerba mate para
reducir grasas, en especial el llamado colesterol malo.
En el caso de la yerba mate, los principios activos se encuentran en las
hojas, por lo que se realiza una cosecha en forma de poda, que no
perjudica al árbol. Sus propiedades terapéuticas y nutritivas no dependen de un solo principio activo, sino de todo el complejo.

Amplias y rigurosas investigaciones científicas señalan que la Yerba mate
es un muy buen antioxidante, diurético y laxante natural. También tiene
una poderosa actividad estimulante como tónico y hasta resulta preventiva de las caries dentales.

Otra de las acciones orgánicas de sus principios activos resultan muy
apropiadas para combatir una de las patologías de mayor crecimiento en
las últimas décadas: el sobrepeso y la obesidad. Se están estudiando
científicamente sus propiedades para quemar calorías y grasas, en un
estudio sobre dos grupos de personas en Argentina y Chile. Los
investigadores se sienten atraídos por la relación entre alto consumo de
yerba mate y bajo porcentaje de obesidad, por lo cual están estudiando
las propiedades lipogénicas y termogénicas del mate.

Se fabrican cremas y geles sobre la base de extracto fluido de yerba mate
para tratamientos anticelulíticos. También se comercializa en forma de
cápsulas para adelgazar, y se le atribuye la propiedad de disminuir la
tasa de colesterol, en especial el llamado colesterol malo.
En casos de decaimiento físico o depresiones menores la mateína, un
alcaloide presente en la yerba, actúa sobre el sistema nervioso central,
estimulándolo.

Las técnicas

La Yerba mate en su uso medicinal debe ser procesada mediante diversas
técnicas. Los productos se fabrican a partir de la elaboración de
extracto seco, el extracto fluido y tintura líquida del vegetal:

Obtención de la tintura: se maceran las hojas seca en una sustancia
hidro-alcohólica (alcohol al 70%) dejándola reposar durante 15 días en un frasco que no le de luz ni sol. Se cuela y se prensa para extraer la
tintura que se utiliza para administrarla como tónico y diurético, en
forma de gotas.
Extracto fluido: se obtiene por cocción de esa tintura a baño maría,
hasta lograr la consistencia de la miel por evaporación. Así se logra
este extracto frío que tiene entre un 15 % y un 20 % de humedad y se usa para elaborar las cremas y geles.

Extracto seco: se realiza por cocción de la tintura hasta alcanzar sólo
el 5% de humedad. Se usa para comprimidos o cápsulas que se prescriben para conseguir el efecto termogénico y la pérdida de grasas.

La mateína es un estimulante del sistema nervioso central, similar
a la teína y la cafeína.
La yerba mate tiene principios activos llamados catequinas, que también
están en el té, el café y el cacao (mateína, teína, cafeína y teobromina
respectivamente), sustancias estimulantes del sistema nervioso central.

La mateína es lo que hace de la yerba mate un tónico, un estimulante que combate la fatiga mental y física, y favorece el trabajo intelectual.

Por su parte, las saponinas son sustancias que tienen actividad como
antioxidantes, también presentes en la Yerba. También se descubrió que la
planta posee taninos, que actúan como cicatrizantes y astringentes.
Además posee Vitamina C; vitaminas del complejo B; y minerales: calcio, potasio y magnesio.

VITAMINAS Y MINERALES POR CADA CEBADURA DE 50 GR. DE YERBA MATE:
Potasio........................547.50mg
Magnesio.....................185.25mg
Sodio.............................60.00mg
Fósforo..........................34.30mg
VitaminaB1.....................0.20mg.
Vitamina2.......................0.39mg
Vitamina C......................0.65mg.
Pantotenato de calcio....3.25mg
Niacina...........................0.70mg.

jueves, agosto 26, 2010

Lucho por no olvidar

Su infancia en el gueto de Lodz. Auschwitz y el trabajo en una fábrica de aviones. Su entrada clandestina en una Argentina que no recibía judíos y una carta a Eva Perón. La desaparición de su hijo y la búsqueda de justicia. Una mujer que recibió en 2008 el premio Azucena Villaflor que da el gobierno nacional y fue declarada ciudadana ilustre de la Ciudad de Buenos Aires hace un mes.

* Por Victoria Ginzberg

La mujer levanta la vista. Tiene los ojos húmedos, enrojecidos. “Mayormente no lloro”, dice. Se seca con un pañuelo de papel. Revuelve el té que acaba de servir en la mesa de su departamento de Belgrano. “Mayormente no lloro”, repite Sara Rus. Tiene 83 años. Pero habla y es una nena de doce años que separan de la fila de la lechería del gueto de Lodz, donde fue con su jarrito para conseguir alimento para su hermano porque su madre está enferma y no puede amamantar. Es una nena que ve morir al bebé y no puede contener las lágrimas. Después será la joven que salvó a su mamá de las cámaras de gas de Auschwitz, la que trabajó esclava en una fábrica de aviones y la que se enamoró a pesar de todo. La mujer que llegó a la Argentina tras cruzar de forma ilegal la frontera con Paraguay, la que empezó de nuevo y fue feliz y perdió a su hijo mayor, cuando una patota de la última dictadura se lo llevó de la Comisión Nacional de Energía Atómica. Hoy es la abuela que conmueve a estudiantes en sus charlas y va al gimnasio y baila rikudim. La que cree que la vida vale la pena porque después de todo lo que vivió tiene una mesa para recibir visitas y compartir el pan con una familia que la rodea de amor. “Hago lo que hice toda mi vida, lucho por no olvidar. Para que los nazis de Alemania y los que estuvieron acá nunca más tengan la fuerza que tuvieron.”

Lodz

Schejne María (Sara) Laskier de Rus nació en Lodz, Polonia, en 1927. Fue, hasta 1939, la única hija consentida de Jacobo y Carola Laskier. Su papá era sastre. Hacía trajes a medida para los señores y tapados de piel para las señoras. Sara iba a la escuela y estudiaba violín. Hasta que llegaron los nazis. “Yo no tenía noción de qué pasaba. Mi madre decía ‘si ganan los alemanes vendemos todo y nos vamos de Polonia’. Mi padre creía que iba a ser como en la Primera Guerra. Pero después teníamos que bajar de las veredas, usar la estrella de David para identificarnos. Hubo mucha discriminación que probablemente yo no entendía. Con el correr del tiempo empecé a darme cuenta. Un tío, hermano de mi madre, emigró porque un grupo de chicos polacos le dio una paliza por ser judío. Ya teníamos familia en la Argentina y se vino acá”, cuenta.

Recuerda bien la primera vez que sintió en carne propia la violencia antisemita, aunque en esa oportunidad ni siquiera la tocaron: “Un día aparecieron los alemanes en casa. Cuando entran, con esa prepotencia, ven mi violín sobre la mesa. Uno pregunta ‘¿acá quién toca el violín?’. Mi madre, toda orgullosa, dice ‘mi hija está aprendiendo’. ‘Ah, ¿Te gusta el violín?’, dice y con una fuerza terrible lo revienta en la mesa”.

Pronto tuvieron que dejar el departamento e instalarse en un pieza del gueto. Empezaron las “selecciones”: los vecinos que se subían a un tren con la promesa de una vida mejor en otra parte. El trabajo era obligatorio. El que no trabajaba, no comía. Y el que trabajaba casi no comía. A Sara la mandaron a una fábrica de sombreros: sombreros para mujer, sombreritos para chicos y manguitos de piel para protegerse las manos en invierno. Carola estaba débil y no podía cumplir con las obligaciones impuestas por los nazis. Su hija, que tenía catorce años, se llevaba trabajo a su casa, preparaba una producción extra y la entregaba en nombre de su madre para que no le quitaran la carta de alimentación.

“Mi madre en el año ’40 tuvo un bebé, un nene. Ella estaba muy enferma. Tenía tifus, prácticamente no tenía leche para alimentar al nene. Había hospitales pero con muy pocos recursos. Yo, como una hermanita todavía chiquita, iba a la madrugada a la lechería donde repartían un poquito de leche a la gente que tenía bebés, tenían que presentar un papel. A mí no me consideraron, me ponía en la fila y me echaban, no podía conseguir... El nene vivió tres o cuatro meses y lo más terrible, que mi madre un tiempo largo no se enteró por qué mi padre y yo íbamos al hospital. Casi al año quedó otra vez embarazada, tuvo otro varoncito, que fue liquidado al nacer.” Sara se quiebra. Llora. Aunque en general no lo haga.

Las lágrimas obedecen a la impotencia, a no haber podido intervenir para alejar la muerte. Lo mismo pasaría 37 años después. Frente a los SS, en cambio, sus acciones, sobre todo las más atrevidas, parecen haber salvado su vida y la de su madre.

Pero antes de que la llevaran al campo de concentración le pasó otra cosa. Le pasó Bernardo. “Porque también hay una historia de amor, también pasaban cosas como ésta, por lo menos a esta niña que está hablando”, dice Sara y ahora sus ojos se iluminan.

Bernardo Rus llegó a su casa de la mano de papá Jacobo, que lo encontró un domingo en la calle y lo invitó a cenar porque era “un muchacho muy interesante y daba gusto conversar con él”. Luego, la madre le reprocharía haber traído a un hombre a quien la nena miraba demasiado. Y era verdad. Se llevaban doce años pero Sara se sentía adulta: “Yo lo miré, él me miró... y empezó a venir más a menudo. Estábamos enamorados. Yo tenía una libretita en la que él me anotó que si algún día sobrevivimos, el 5 del 5 del ’45 nos vamos a encontrar en el edificio Kavanagh de Buenos Aires. El sabía que yo tenía familia en Argentina, se hablaba de eso en mi casa y él leía mucho sobre Argentina”. Pero antes de esa fecha Sara y sus padres tuvieron que dejar el gueto.

Auschwitz

Habían sobrevivido a muchas “selecciones”. A la madre, que era flaquita, le rellenaban la ropa y le pintaban la cara para que tuviera mejor semblante. De todas formas llegó el día en que rodearon la casa y les dijeron que llevaran lo mínimo posible. Sara eligió una mochila muy chiquita que ella misma había cosido antes de la vida en el gueto. No reparó en meter bombachas. En cambio, puso algunas fotos familiares y la libretita en la que Bernardo anotó la fecha de su reencuentro: “Yo pensaba que podía ser... algún día, pero llegó un momento que dejamos de pensar. Y empezó el viaje a Auschwitz”.

–¿Cómo fue?

–Nos fuimos los tres, con algunos vecinos y otros que no conocíamos.

–¿Ya sabían de qué se trataba?

–Absolutamente no sabíamos a dónde nos llevaban. En el viaje fuimos apretujados, sucios. Ponían un balde para hacer las necesidades. Se viajaba en un tren de animales. Se veía que la gente se caía de hambre.

–¿Cuánto duró?

–Nunca supe. Perdí la noción del tiempo. Llegamos a Auschwitz. Nos llevaron a Birkenau, a una plaza enorme y empezó la selección. A los hombres directamente los sacaron. Nunca más vi a mi padre. Te dabas cuenta quién iba a un lado y quién a otro por cómo estaban físicamente. Mi madre estaba a la miseria, pero era una mujer muy bonita y todavía muy joven. Pero me la llevaron. La pusieron de un lado y a mí del otro. En mi casa hablábamos alemán y cuando veo que me encuentro sin mi madre... me atreví a acercarme a un SS con un rebenque que estaba en el medio de la plaza. La gente me miraba. Pensaba que me iban a matar. El me mira y me dice ‘cómo te atrevés a acercarte’. Le dije en alemán ‘¿por qué me sacaste a mi madre?’. Si hoy pienso lo que hice... Me mira y me dice ‘¿de dónde hablás alemán?’. Le dije que en mi casa se hablaba. Me preguntó ‘¿cuál es tu madre?’ y me dijo: ‘Andá a buscarla’. La primera salvada. Desde ese entonces mi madre estaba siempre conmigo. Sobrevivió a la guerra conmigo. Pero pasamos momentos muy duros.

Las mandaron a los baños, les cortaron el pelo, les dieron ropa que no les quedaba y las llevaron a una barraca donde se amontonaron en el piso de cemento. No tenían que hacer nada, excepto salir y formar para que las contaran. Todos los días sacaban algunas mujeres de la fila. Mujeres que no volvían. A diferencia de la mayoría de los prisioneros, no las marcaron con un número. “Llegamos en el ’44, estábamos destinadas a ir al gas.” Pero no fueron. Las seleccionaron para trabajar en una fábrica.

Alemania, Austria

Después de dos meses en Auschwitz, se subieron otra vez a los trenes para viajar como animales que van al matadero. Las ubicaron en una fábrica de aviones en Alemania. Sara tenía que remachar las chapas de las alas con una pistola de aire comprimido que casi no podía sostener. “Siempre decíamos, ningún avión de acá se va a levantar”, recuerda. En un turno nocturno, no vio los rieles que estaban en el piso y se cayó para atrás. Casi se corta en dos. En la enfermería, una rusa la trató como a una enemiga de guerra.

“Había que trabajar todos los días. Pero yo no podía levantarme de la cama. Apareció un alemán que me dijo: ‘qué bien que te lo hiciste, vos pensaste que no vas a trabajar, que vas a estar acá descansando’. Yo era un poco atrevida, o no me importaba más nada. Se ve que no pensé o no me interesó. Era bastante rebelde, parece. Le dije en alemán: ‘¿qué me dijiste, que me hice esto a propósito? Sí, señor, me lo hice a propósito para quedarme acá, pero no me imaginaba que iba a perder tanta sangre’. Mi mamá empezó a gritar ‘no le hagas caso, está loca, no sabe lo que dice’. Las chicas que estaban en la habitación se quedaron mudas de miedo. pensaban que nos iban a matar a todas por mi culpa. Un rato después aparece una alemana, una SS, y me dice ‘tenés suerte, el jefe dijo que te mandemos algo de comer’. No podía creerlo”, relata.

–Todas las veces que se rebeló le fue bien.

–Una vez, en una charla que di, un abogado explicó que pude sobrevivir porque, para los alemanes, mientras vos no te rebelás, no les contestás, no sos nadie, nada. Se ve que los impacta que alguien se les anime a contradecirlos y enfrentarlos. Igual, mi descanso no duró mucho.

Después del accidente la mandaron a trabajar a la cocina como pelapapas. A veces podía comerse una papa cruda y también traficaba en el forro de un tapadito cáscaras y pedazos de papas para sus compañeras. “Uno no se puede dar idea de lo que puede significar una papa o la cáscara de una papa. Es el alimento más importante que uno puede imaginarse”, dice. Y sabe.

Los aliados estaban cerca, así que otra vez subieron a los trenes. Esta vez rumbo al campo de concentración de Mauthausen, en Austria, donde finalmente fueron liberadas: “El mismo día que llegamos la Cruz Roja ocupó el campo. Y dejaron de matar. Los alemanes se estaban empezando a organizar para retirarse y todavía tenían ese descaro de decirnos si queríamos ir con ellos porque venían los americanos. Fuimos liberados el 5 del 5 del ‘45. Este día yo fui liberada. Esta fecha quedó en mi mente pero yo no sabía nada de Bernardo y él no sabía nada de mí”.

En Mauthausen Sara recibió una carta. Bernardo la estaba buscando. Y ella fue a verlo. No fue en el Kavanagh, pero no importó. Se casaron y buscaron trabajo. Sara se incorporó a una compañía de teatro. Empezaba a reponerse pero un médico le dijo que debido al accidente que había sufrido en la fábrica no iba a poder tener hijos. “Mi esposo estaba totalmente resignado, basta que me tenía a mí, que nos habíamos podido reencontrar y estar juntos. Para mí, fue un golpe terrible.”

Argentina, vía Paraguay

En Buenos Aires, el tío de Sara estaba dispuesto a recibirla junto a su madre y su esposo. Pero el gobierno de Juan Domingo Perón no le abría las puertas a los judíos. Después de un viaje en avión accidentado, en el que se incendió una turbina y algunos religiosos querían también prender velas porque era viernes, llegaron a Paraguay.

“Oficialmente no podíamos entrar a la Argentina –relata–; teníamos que pasar ilegalmente con un barquito, juntar un poco de plata para dar a una persona que nos cruce la frontera. Eramos diez. Nadie hablaba una palabra de castellano. Nos llevaron a Clorinda. Y el tipo se mandó a mudar. Nos dejó solos, de noche, con lluvia. Hasta que vino un policía a caballo con un rifle. Sentó a mi madre arriba del caballo y a mí me dio el rifle. Nos llevó a su casa a los diez, con su mujer y no sé cuántos chicos y nos dieron de comer. Pero al otro día nos llevaron en micros a Formosa y nos metieron en la cárcel. Pero era una cárcel... qué querés que te diga, los muchachos, los vigilantes nos tenían tanta lástima. Había más de cien personas. A algunos los llevaron después a casas particulares y a nosotros al templo. ¿Pero cómo se hace para ir a Buenos Aires? Nos decían que nos iban a mandar de vuelta a Paraguay. Mi esposo era un hombre muy inteligente. Ya sabíamos que existía Eva Perón, que ella hacía mucho por la gente. El se atrevió a mandar una carta en polaco a Eva Perón. Le contaba nuestra historia. Se ve que le llegó, la hizo traducir y mandó a decir que no nos asustemos y que nos iban a mandar pases para ir a Buenos Aires. Efectivamente después de un tiempo nos mandaron los pases a todos los que estábamos allá. Y nos vinimos a Buenos Aires.”

Había que empezar de cero. Bernardo se inició en el oficio de anudador textil y, asegura su mujer, llegó a ser el mejor de Villa Lynch. Sara no se resignó a la idea de no tener hijos y fue a ver a un médico que para su sorpresa le dijo que no tenía nada, sólo un cuerpo que había sufrido mucho y necesitaba reponerse. Daniel nació el 24 de julio de 1950. Y cinco años después llegó Natalia: “El de Daniel fue un embarazo complicado porque era un cuerpo complicado. Pero resistí. Era un chico hermoso y desde chiquito fue brillante en todo: en el colegio, se recibió de lo que él quería, fue físico nuclear.... Hasta el año ’76 lo tenía yo”.

Sara dice que Daniel no militaba, pero que seguramente era peronista. Que ella no sabía nada porque su única preocupación era rehacerse. “Recién empezábamos a vivir”, apunta.

El 15 de julio de 1977, a las dos y media de la tarde, Daniel Rus fue secuestrado en la puerta de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), donde trabajaba. Otros veinte físicos empleados de ese organismo fueron detenidos ilegalmente durante la última dictadura. A Daniel lo subieron a una camioneta. Esa fue la última vez que alguien lo vio. No hay testimonios que lo ubiquen en algún centro clandestino de detención, aunque su madre sospecha que estuvo en la Escuela de Mecánica de la Armada, ubicada en la vereda de enfrente de la CNEA.

Cuando Daniel no llegó a casa, Sara y Bernardo pensaron que había tenido un accidente. Recorrieron comisarías y hospitales, hasta que fueron a la CNEA y se enteraron de que estaba desaparecido. “Ahí empecé yo a luchar – dice Sara, como si su vida anterior quedara reducida ante la pérdida de su hijo–. Fui al Ministerio del Interior, presentamos hábeas corpus, mi esposo escribió cartas a todo el mundo, el Papa incluido, y me incorporé a las Madres de Plaza de Mayo y empecé a dar vueltas a la plaza. Antes había entrado a una agrupación de sobrevivientes de la guerra. Lo más triste fue que cuando desapareció Daniel esa gente, hasta los mismos sobrevivientes, empezaron a alejarse de nosotros por el miedo que había en el país. Una chica que también fue secuestrada, hermana de un muy amigo de Daniel que está desaparecido, nos contó que en la sala de torturas había esvásticas. Estaba claro que acá habían aprendido una buena lección de los nazis... A mí me parecía que era imposible perder a este hijo. Un día subí a la terraza de mi casa y grité tan fuerte, llamándolo, pensando que él en algún lado podía estar escuchando. El siempre decía ‘vos sos tan fuerte mamá’. Y yo no pude hacer nada por él.” Sara llora. Es otra vez la impotencia.

–Lo buscó, reclamó a las autoridades, a la Justicia, se unió a las Madres...

–Es verdad, pero me imagino que eso es lo que él pensó. No sé de qué manera lo mataron, cómo lo hicieron sufrir. Mi madre vivió hasta los noventa años conmigo, pero en el momento en que me llevaron a mi hijo dejó casi de hablar. No le interesó más la vida. Murió con su dolor y no pudo ver todavía bisnietas, lo que yo estoy deseando.

–¿Y qué pasó con su esposo?

–En el ’77 dijo que estaba esperando que venga la democracia, que en algún momento vamos a tener que pasar a estos asesinos. Y en el ’83 dijo: ‘si mi hijo en seis meses no vuelve, yo ya no tengo nada que hacer’. Vino la democracia, pasaron seis meses, mi esposo se enfermó de un tumor y falleció el 2 de mayo de 1984.

“¿Sabés lo que todos me preguntan –se adelanta Sara–, de dónde saco mis fuerzas? Yo lucho por no olvidar. Lucho por la memoria. Para que jamás los nazis de Alemania y los que estuvieron acá tengan la fuerza que han tenido. La memoria es lo más importante, porque si no se tiene memoria las cosas vuelven a pasar. La fuerza sale de que gracias a Dios tengo una familia, una hija, un yerno, dos nietas, las Madres de Plaza de Mayo, los amigos que hice y que me quieren... Mi madre me decía, cuando estábamos en Alemania, ‘vas a ver que todavía vamos a tener un pan sobre la mesa’ y yo le contestaba ‘¿en qué mesa?’. Yo digo que la vida es linda porque si pasó todo eso y tengo una mesa y puedo recibir visitas, puedo servir y estar rodeada de amor... qué más se puede pretender. La vida es hermosa, si uno no quiere vivir es fácil morirse.” Y apunta: “Yo tengo mis recuerdos bien adentro. Si todavía puedo pensar, puedo contar, y mientras pueda contar, lo voy a seguir haciendo”.

miércoles, agosto 25, 2010

Patologia de un imperio


*Roberto Herrera (Rebelión)


Todos los imperios son octópodos gigantes de tentáculos asfixiantes y cerebros de cocodrilo. Tesis.

La gran familia biológica a la que pertenecemos todas las especies, que habitamos el planeta tierra, filogenéticamente tienen un tronco común, que data de millones de millones de años. En la historia de la evolución de nuestro mundo, que ha quedado escrita en las capas de la tierra y en las rocas, se pueden leer algunos capítulos del cuento maravilloso, que es el origen del Homo Sapiens y su desarrollo cultural, producto de la evolución de su cerebro.

Los primeros mamíferos aparecieron, más o menos, en el mismo periodo que los dinosaurios, que por su gran tamaño y poderío, dominaron las sabanas, bosques, tundras y montañas; una flora bastante parecida a la de hoy en día. Eran los amos de la tierra. Nuestros antepasados, pequeños e insignificantes mamíferos, vivían a la sombra y bajo el peligro constante de las saurias bestias durante más de cien millones de años. En el periodo cretáceo los grandes le sacaban la cresta a los chicos.

Sucedió entonces, que hace aproximadamente 65 millones de año, los dinosaurios se extinguieron todos. Y los mamíferos heredaron el planeta; pero no fueron ellos los únicos que sobrevivieron a la hecatombe, que terminara con los saurios gigantes. También siguieron viviendo las serpientes, las salamandras, los peces, los insectos y los cocodrilos…!

Libres del peligro y la voracidad de los dinosaurios, los mamíferos evolucionaron, por falta de competencia; rápidamente fueron poblando los más recónditos rincones de la tierra. Si la especie humana evolucionó, tal como somos ahora, ontogénicamente diferentes a una rata, es debido a la extinción de los saurios gigantes.

Los cocodrilos, parientes cercanos de los arcosaurios, tienen un cerebro de las dimensiones del dedo pulgar de un humano adulto, lo cual significa, que la morfología de la masa cerebral es simple y primitiva. Al carecer de centros neuronales superiores, como el sistema límbico, base de las emociones y la memoria, o capas corticales especializadas, los cocodrilos están condenados a reaccionar instintivamente a cualquier impulso del exterior con agresividad y rapidez. Por está razón, el lector jamás vera en su vida un cocodrilo bailando rock and roll en el cirque du solei o llorando a la orilla de una ciénaga. Éstos reptiles son puro instinto agresivo.

La explotación del hombre por el hombre, se vuelve más brutal que la ley de la selva, cuando éste en su afán de poseer más y más, se convierte en un gigante depredador imperialista.

La doctrina militar del imperio, en general, se puede resumir en tres aspectos fundamentales: 1. Protección contra posible ataque enemigo, 2.Explotación de recursos naturales y 3. Demostración de poder.

Sin embargo, el comportamiento del imperialismo norteamericano, en particular, está regido por otras razones más, que junto a las ya mencionadas explican la proliferación de las bases militares o tentáculos en todo el mundo. Los Estados Unidos de Norteamérica están convencidos que la Divina Providencia les ha encomendado la misión sagrada de colonizar la tierra e imponer al mundo su cosmovisión por la fuerza de las armas. Basado en ese supuesto infundido destino manifiesto, se rige la política del Pentágono y el Departamento de Estado de la Casa Blanca.

¿Cuántas bases militares están repartidas en el mundo? El número exacto jamás lo sabremos, y aunque podría desconfiarse de los datos oficiales publicados por el ministerio de defensa de los Estados Unidos publicada en Septiembre del 2001, al menos sirven para orientarnos un poco e imaginarnos, a grosso modo, las dimensiones gigantescas de la expansión militar norteamericana. Hasta esa fecha, existían en el mundo alrededor de 725 bases militares repartidas en 38 países con un total aproximado de más de 254000 militares activos y un presupuesto anual de alrededor de 390 mil millones de dólares norteamericanos. Es de suponer, que a raíz del atentado a las torres gemelas el 11 de septiembre del 2001, el número de activos militares y bases militares, así como el presupuesto para gastos militares, aumentó considerablemente. El Presidente Obama ha solicitado al congreso para el año próximo un presupuesto de más de 700 mil millones de dólares.

Y mientras tanto, los tentáculos del gigante con cerebro de cocodrilo, continúan succionado la sangre de los países más pobres del planeta. Los Estados Unidos y sus aliados invierten más en la guerra que en la paz, sin importarles un bledo que:

  • 24.000 personas mueren al día por hambre.
  • Más de 1.000 millones de personas viven actualmente en la pobreza extrema (menos de un dólar al día). El 70% son mujeres.
  • Más de 1.800 millones de seres humanos no tienen acceso a agua potable.
  • 1.000 millones carecen de vivienda estimable.
  • 840 millones de personas mal nutridas.
  • 200 millones son niños menores de cinco años.
  • 2.000 millones de personas padecen anemia por falta de hierro.
  • 880 millones de personas no tienen acceso a servicios básicos de salud.
  • 2.000 millones de personas carecen de acceso a medicamentos esenciales.

Los fundadores de la nación norteamericana en su declaración histórica del 4 de julio de 1776 expresaron:”… Sostenemos como evidentes por sí mismas dichas verdades: que todos los hombres son creados iguales; que son dotados por su creador de ciertos derechos inalienables; que entre estos están la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad; que para garantizar estos derechos se instituyen entre los hombres los gobiernos, que derivan sus poderes legítimos del consentimiento de los gobernados; que cuando quiera que una forma de gobierno se vuelva destructora de estos principios, el pueblo tiene derecho a reformarla o abolirla, e instituir un nuevo gobierno que base sus cimientos en dichos principios, y que organice sus poderes en forma tal que a ellos les parezca más probable que genere su seguridad y felicidad…”

Cinco grandes de la historia de los Estados Unidos de Norteamérica acuñaron con su puño y letra los principios de Libertad, Fraternidad e Igualdad en un pergamino de papel, que las futuras generaciones de políticos dirigentes fueron olvidando con el correr del tiempo.

Ellos fueron: John Hancock , Thomas Jefferson , John Adams , Edward Rutledge y Benjamín Franklin

Si volvieran a nacer éstos próceres, se morirían de vergüenza….

domingo, agosto 22, 2010

Los Radicales. Breve síntesis de su actuación desde 1983.


**Ricardo González

Asumiendo que se pueden escapar hechos, se considera relevante señalar los que se citan a continuación (no se puede ser menos extenso por la relevancia de los mismos) que demuestran una coherencia en defensa de los intereses ajenos al Pueblo y a la Patria.

DEUDA EXTERNA: AL MARGEN DEL CONGRESO, LEGALIZANDO LA DE LA DICTADURA. Cuando asumieron en 1983 le quitaron al Congreso la facultad constitucional del manejo de la deuda externa ("arreglar la deuda pública"). Hoy son los "paladines" del Legislativo.

El 10 de enero de 1984 el Juez Anzoátegui (Juzgado en lo Criminal y Correccional Federal No 2) remite un oficio al Congreso de la Nación, en la causa "Olmos Alejandro s/denuncia por defraudación a la Administración Pública ", señalando que el tema de la investigación de la deuda, excede las posibilidades del Juzgado, y que el Parlamento debe hacer valer su potestad para llegar a su esclarecimiento definitivo. Los diputados peronistas Adán Pedrini y Miguel de Unamuno presentan un proyecto de creación de una comisión investigadora de la deuda. El diputado radical Raúl Baglini (actualmente el principal asesor de Cobos), presidente de la Comisión de Presupuesto y Hacienda, se opuso a la comisión, y obviamente al no pago de la deuda, sosteniendo que eso produciría una catástrofe económica de consecuencias imprevisibles. El peronismo que apoyó la iniciativa no pudo imponer el proyecto que fue rechazado por bloque radical.

Mediante Resolución 298/1988 del Directorio del Banco Central quedaron archivadas las auditorías a las deudas privadas estatizadas durante la dictadura por el presidente del Banco Central Domingo Cavallo (se legalizan así las circulares del banco de la dictadura), "dándole el pase" a los auditores a áreas que nada tuvieran que ver con la deuda. Sumado a que la deuda pública de la dictadura ya había sido registrada en los sucesivos Presupuestos por Alfonsín, se legitimó la misma.

INCUMPLIMIENTO DE LA LEY DE PRESUPUESTO. Aprobaban los presupuestos a año vencido siempre con déficits. Más que presupuestos eran rendiciones de gastos, "maniobra" ideal para encubrir la corrupción. El déficit fiscal promedio de la "gestión" 1983-1989 fue del 6,9% del PBI. Comparemos con los siete años de superávit ininterrumpidos desde 2003 a la fecha y reflexionemos cuando escuchamos hablar de corrupción.

NUEVA MONEDA POR DECRETO. Cambiaron la moneda (austral) por decreto 1096/1985 ignorando deliberadamente la potestad constitucional del Congreso sobre el signo monetario. Los billetes de las distintas denominaciones de australes llevaron la imagen de doce presidentes argentinos, en el mismo orden en que ejercieron ese cargo; desde Bernardino Rivadavia llegando hasta Manuel Quintana, toda una definición ideológica de estos demócratas.

Con la excusa de "quitarle el arrastre inflacionario" a la nueva moneda, mediante ese mismo decreto se creó el desagio. Así los deudores al Fisco aplicaban al 31 de agosto de 1985 el coeficiente de 0,532875 a sus deudas, ahorrándose en consecuencia las empresas –independientemente de su magnitud- el 46,71%.

FESTIVAL DE BONOS. Ante el fracaso del Plan Austral, en 1988 se lanza el Plan Primavera. Para sostenerlo se inicia un inédito "festival de bonos" para financiar un dólar quieto. Desde el Banco Central José Luis Machinea (¿le suena?) empapeló la city con Bonex, Bonor, Bonin, Barra, Bogon, Tidol, Vavis, TCD, que otorgaban suculentas ganancias a sus tenedores e incrementaban onerosamente la deuda pública.

LAS ALIANZAS SOCIALES. Pese a su declamado progresismo pactaron con lo peor del sindicalismo. Así la aún vigente $ociedad Barrionuevo-Nosiglia alumbró el Grupo de los 15 que actuó como un ariete a la conducción cegetista de Saúl Ubaldini (quien había lanzado la moratoria de la deuda externa) y como garante de las ganancias de los autodenominados "Capitanes de la Industria". Asimismo esa sociedad "armó" el sistema de las obras sociales, con gran ascendencia aún en muchas de ellas, y con las consecuencias harto conocidas.

LAS LEYES DE LA IMPUNIDAD. Aprobaron la obediencia debida y el punto final (reflejo de la sociedad Alfonsín-Harguindeguy). Con la dialéctica de la democracia engañaban su cierre con la derecha. No escapa la complicidad de dirigentes pejotistas con la dictadura pero la propuesta de estas leyes partió del radicalismo gobernante y sostenida por los diputados de la autodenominada progresista Junta Coordinadora ("somos la vida somos la paz"). En lugar de apostar al pueblo que sin distinciones (e incluso con mayoría militante peronista) salió a la calle (Semana Santa) a respaldar al Gobierno ante las asonadas militares, se optó por la negociación con las cúpulas antiperonistas de las fuerzas armadas (Ríos Ereñú). Años después se vio a Nosiglia y sus acólitos de la vieja Coordinadora marchar contra el indulto de Menem (verdadera continuidad de la política radical en este tema). De no creer, o si.

LA PRIMERA HIPERINFLACIÓN.

Fracasa el Plan Primavera. Las reservas del Banco Central, cayeron hasta alcanzar escasamente US$930 millones en el mes de junio de 1989. Con ese nivel no se pueden hacer frente al pago de la deuda. La inflación se acerca al 400% y es el final.

A la inutilidad radical se le unió la conspiración desatada por los agroexportadoras con la Rural a la cabeza (recordar la silbatina a Alfonsín) y Cavallo con los banqueros en el exterior.

Pero comparemos esa actitud vacilante con la firmeza demostrada con Cristina ante el doble frente de los dirigentes agrarios en 2008 y la crisis financiera internacional, sumadas a una inédita campaña sistemática de hostigamiento de los medios masivos de comunicación.

Aclaremos que la segunda hiperinflación es la de Menem que finaliza con el Plan Bonex de enero de 1990 que al igual que el plan austral licua las deudas fiscales (40% de ahorro) a los empresarios e innova con la indisponibilidad de los depósitos.

LA ACTITUD ANTE EL MENEMATO. El 8 de julio de 1989 Alfonsín entregó apresuradamente la banda presidencial a Carlos Menem. Los precios subieron ese mes el 197% y las tarifas de los servicios públicas el 700%. La inflación en 1989 fue del 4.923,3%. El dólar arrancó su loca maratón a 24,30 australes y concluyó a fin de año a 1.950, es decir hubo una devaluación del 8.000%

A Menem le votaron todas las leyes de "reforma del estado" antes del 10 de diciembre de 1989 (esa era la fecha que tenía que asumir Menem).

La complacencia con el menemato (más allá de sus clásicas declamaciones) es inversamente actual a la belicosidad del partido radical contra el Gobierno de Cristina.

Mediante el Pacto de Olivos, no solamente permitieron la continuidad de Menem sino fundamentalmente de un modelo a medida del poder local concentrado y los acreedores externos

LA CONTINUIDAD MENEMISTA CON DE LA RÚA. El spot publicitario del estudiante del Liceo Militar General Paz de la ciudad de Córdoba, Fernando De La Rúa, lo anticipaba "1 peso 1 dólar" y Chupete no defraudó. El mantenimiento de la convertibilidad no hizo ni más ni menos que pauperizar más a la población y debilitar las cuentas públicas.

CON LA DEUDA LA ALIANZA CONTINUÓ CON EL VIRREINATO DEL FMI. En enero de 2000 Chupete y Machinea (sí, otra vez él) anuncian en los jardines de la Quinta de Olivos la resolución de la cuestión de la deuda por el blindaje de U$S 40.000 M que garantizaría los pagos. Fracasó. Se va Machinea en marzo de 2001 y López Murphy (el mismo que en el 2002 anunciara –a favor de sus asociados intereses foráneos- un dólar a $ 8) dura 16 días al no poder soportar políticamente el ajustazo. Vuelve (¿se había ido realmente?) Mingo Cavallo y los radicales imponen en el Congreso las facultades delegadas (sí, muchísimo más atenuadas y de menor impacto se las niegan a Cristina) que les permite "hacer y deshacer a piacere sin intervención alguna del Congreso" (la "nueva democracia" radical). ¿Quién fue el miembro informante? Nuevamente es el otra vez Presidente de la Comisión de Presupuesto y Hacienda, Raúl Baglini; diecisiete (en la quiniela "la desgracia") años después siempre contra el pueblo. Se inicia así una reestructuración de los compromisos de la deuda externa, denominada "Megacanje". Esta reestructuración, promovida por el ex secretario del tesoro yanqui, David Mulford, se hizo a tasas exorbitantes y con jugosas comisiones para los bancos intervinientes. Kirchner negoció un monto infinitamente mayor, aplicó la quita más grande del mundo occidental, y sin ninguna comisión espuria. Pero los radicales siguen hablando de corrupción.

Esos nuevos profetas del odio nunca se sacarán de encima un triste récord: son los mayores pagadores de intereses de la deuda externa de la historia en un año: 10.000 millones de dólares en el 2001.

Los intereses de la deuda representaban más del 4% del PBI (hoy menos de esa mitad).

EL COMPROMISO CON LOS ACTORES SOCIALES. Al igual que en su anterior gobierno, el radicalismo opta por el sindicalismo amarillo (Barrionuevo-Nosiglia "un $sentimiento"), y arregla con ellos la sanción de la Ley de flexibilización laboral (requisito del FMI para el blindaje), la denominada "Ley Banelco". Trae como consecuencia el nacimiento de la verdadera CGT, la CGT conducida por Moyano (el MTA más mecánicos, taxistas y metalúrgicos) que coherentemente como con Menem se opone a los ajustes. El paladín de los sindicatos acuerdistas con la flexibilización es Alfredo Atanasoff (sí, el mismo que hoy en Diputados apaña la maniobra Sadous y no difunde la versión de sus dichos, en un todo de acuerdo con el Grupo A que integra de la mano de Duhalde).

La Alianza sanciona la ley 25453 denominada "Ley de déficit cero" la cual se reglamenta parcialmente a través del decreto 896/01 que dispone una quita del 13% de las jubilaciones y los haberes de los empleados públicos.

Reiteran la conducta del Decreto 2196/1986, bajan las jubilaciones, aunque esa vez encontraron el eufemismo de emergencia del sistema previsional.

Cuando la Corte dispuso su ilegalidad, fue el Gobierno de Kirchner quien pagó las cuotas del título emitido, el Boden 2008 (solamente la primera cuota pagó Duhalde).

Idéntica actitud tuvo N.K. con el Fondo de Incentivo Docente, pagó lo que no habían abonado sus antecesores.

En el medio de la declinación de estos elementales derechos, el actual presidente del bloque de senadores radicales (y presidente partidario hasta el año pasado), Gerardo Morales, fue el secretario de desarrollo social delarruista. Como le dijo Boudou en la cara "de su gestión tenemos que hacernos cargo 40 millones de argentinos".

LA REPRESIÓN SOCIAL. Ni bien asumido el gobierno el ministro de interior Freddy Storani ordena desalojar el puente Corrientes-Barranqueras. Asesinan a un manifestante. Intervienen la provincia de Corrientes, al frente Ramón Mestre, su ministro el actual jefe de bloque de diputados radicales, Oscar Aguad. Este admirador confeso de Luciano Menéndez debe explicaciones por la falta de fondos en su gestión. Otro que "habla de corrupción". El final del 20 de diciembre de 2001 es ya conocido. 27 muertos y casi dos mil heridos. Tan caraduras son que en el juicio pretendieron responsabilizar a Enrique Mathov (que seguramente la tenía en su grado), que ya está muerto!!!

LAS RESERVAS DEL BANCO CENTRAL. Coherentes con su historia, como con Alfonsín vaciaron el Banco Central. Durante el año 2001 se observó una fuerte pérdida de reservas internacionales del sistema financiero por U$S 19.002 millones.

La respuesta del gobierno es hartamente conocida: la incautación de los depósitos, el "corralito", que no logró parar la abrupta disminución de las reservas; eso sí: pagando hasta el último centavo de la deuda.

NK y CFK son la antítesis. El 23 de mayo de 2003 habían U$S 11.045 M de reservas. Hoy superan los 51.000 millones. Pero no se debe dejar de destacar que el 3 de enero de 2006 se canceló en un único pago la deuda al FMI por U$S 9.810 M, el 4 de agosto de 2008 U$S 2.400 M de Boden 2012 y en estos siete meses de 2010 U$S 3.000 M: todos esos pagos con reservas. No solamente no reconocen estas medidas de saneamiento sin ajuste sino que orquestaron junto a Redrado en enero de este año un golpe económico con una jueza del proceso.

EL RESPETO A LA INSTITUCIONALIDAD. No solamente violaron la Constitución quitando el manejo de la deuda al Congreso y cambiando el signo monetario por decreto, aprobaron presupuestos fuera de término, violaron derechos reduciendo jubilaciones, pensiones y salarios estatales, sino que aliándose a otras expresiones partidarias por derecha (si, aunque no parezca hay más de derecha, aunque tengo dudas) y por izquierda tanto en Diputados y Senadores no reconocieron a la primera minoría (el PJ-Frente Para la Victoria) para la distribución de cargos en las Comisiones, siendo los aglutinadores del denominado Grupo A.

PRODUJERON LA PRIMERA HIPERINFLACIÓN, PRODUJERON EL COLAPSO DE 2001 (muchos dicen que fue superior a la crisis del 30), hoy son el ariete del poder económico concentrado (la A.E.A., los multimedios, los ruralistas, la jerarquía eclesiástica).

QUIEREN EL AJUSTE, por eso no convalidaron el uso de las reservas para que no se incrementen las partidas de los "gastos sociales" (asignación universal, jubilaciones, fondo docente, cooperativas). Quieren "volver a los mercados con tasas usurarias (aunque la finalización del exitoso canje de deuda da por tierra con ese "objetivo"). Articularon la media sanción del 82% (cuando antes se opusieron a la estatización de las AFJPs) sobre el salario mínimo con el sólo objetivo de lograr el veto presidencial para una mezquina maniobra política plenamente conscientes de su intento desestabilizador al pretender desfinanciar el estado. ¿Qué creen que harían si son gobierno y esa ley estaría vigente? Congelarían el salario mínimo y no actualizarían más las jubilaciones. Nunca les interesaron nuestros abuelos, ni en sus haberes ni en la atención del PAMI (en manos de los prestadores dilectos de Nosiglia y Barrionuevo).

ESO SON LOS RADICALES, EL HECHO BENDITO DEL PAÍS BURGUÉS.

Entre fantasmas y deseos

El cambio de perfil del apoyo al Gobierno, el fantasma de la crisis de 2001, los problemas de los candidatos opositores, la falta de unidad y entrada en la clase trabajadora, las ganas de cambio, pero “sin tirarse por la ventana”. Elementos de una ecuación que sigue sin aclararse.

Por Raúl Kollmann

La oposición es el enigma. Algunos consultores políticos y encuestadores dicen que 2011 lo gana o lo pierde la oposición, porque si presenta una fórmula creíble, canalizará el voto de los que quieren cambiar. Otros, en cambio, afirman que incluso en los sectores que quieren cambiar, en una elección presidencial sólo votarían por el cambio si existe alguna alternativa en la que puedan confiar. Y por ahora –analizan– no la hay. No faltan los que sostienen que la segunda fuerza del país, el radicalismo, no será vista como una real posibilidad de gobierno porque se impondrá el miedo originado en el final del mandato de Fernando de la Rúa y la crisis de 2001. Prácticamente no hay quién vea con chances a Mauricio Macri, a menos que vaya unido al peronismo disidente. Pero también esa alternativa presenta dificultades.

La oposición está en el centro de la polémica. Siete consultores, que trabajan para el oficialismo y la oposición, explican su mirada sobre 2011.

¿Tiene chances la oposición?

Las respuestas son muy distintas, depende del consultor-encuestador que responda. Y el problema es conceptual.

Hugo Haime, titular de Haime y Asociados, diagnostica que “hay un sector que quiere seguir con las cosas como están en la actualidad y otro sector que quiere cambiar. El problema es que este sector, el que quiere cambiar, necesita saber en quién confiar. Nadie quiere correr riesgos ni volver a 2001. Aun los que no quieren al actual gobierno, si hay algo que le reconocen es que gobierna”.

“¿Cómo se gana la confianza de ese sector que quiere cambiar? –se pregunta Haime–. Es una mezcla. Influye la trayectoria, la honestidad, el cumplir con lo que se dice, pero sobre todo hay que demostrar dos cosas: que uno tiene capacidad para resolver los problemas y que uno crea expectativas, ilusiones en la gente. Por ejemplo, yo creo que hay una parte de los que quieren cambiar que creen que Eduardo Duhalde garantiza cierta gobernabilidad. El problema es que no tiene una corriente de afecto, no genera esperanzas. Felipe Solá pasa por la misma situación: tiene bastante experiencia de gobierno, pero no genera una ilusión.”

“Para mí –agrega Haime–, Macri está en la otra punta. Sigue generando ciertas expectativas, pero no muestra que pueda resolver problemas, empezando por los de la Capital Federal. Igual, creo que es un dirigente con capacidad de crecimiento.”

Haime sostiene que “en el radicalismo hay un verdadero de- safío. Parece obvio que Julio Cobos garantiza más capacidad de gobierno que Ricardo Alfonsín, pero éste le gana en la interna. Yo diría que Alfonsín y Hermes Binner generan una sensación de lo nuevo, pero no existe esa sensación respecto de su confiabilidad como gobernantes”.

“Resumiendo –completa el consultor–, mientras no aparezca un candidato confiable, la oposición está en dificultades. Porque el país no está en una situación de caos o crisis. No hay hiperinflación y crisis terminal como con Alfonsín, no hay un desempleo galopante como con Menem ni corralito como con De la Rúa. No está ninguno de esos escenarios. La gente que quiere cambiar está molesta, pero no se tira por la ventana.”

Algo va a surgir

Sergio Berenstein, de la consultora Poliarquía, está convencido de que alguna candidatura o fuerza de oposición terminará surgiendo y con posibilidades de ganar. Su análisis parte de lo ocurrido en 2007.

“Cuando se analizan la coalición con la que ganó Cristina Fernández de Kirchner, uno tiene que percibir que la actual Presidenta contó con el apoyo del tradicional voto peronista, pero también con dos sectores muy importantes de la clase media. Por un lado, lo que fue el radicalismo K, un conjunto de gobernadores e intendentes que aportaron entre el cinco y el seis por ciento de los votos. A esto se agrega un sector muy importante del interior, agroindustrial, que vive en pueblos o ciudades que tienen menos de 50.000 habitantes. Hay un tercio de la población argentina que vive, justamente, en pueblos de menos de 50.000 habitantes. Después del conflicto con el campo, más allá de quién haya tenido razón, el oficialismo perdió esos votos: los del radicalismo K y los de los pueblos ligados al campo.”

Para Berenstein, “éste no es únicamente un problema económico. Esa gente está distante del oficialismo porque siente que agrede su forma de vida. Es cierto que la gestión del ministro de Agricultura actual, Julián Domínguez, es mejor que las anteriores, más dialoguista. Pero eso apacigua, no cambia la resistencia y hasta el rechazo de la gente del interior hacia el Gobierno. Entonces, mi pregunta es: ¿cómo va a reemplazar el Gobierno ese 15 por ciento de votos que perdió? En la Casa Rosada creen que alentando el consumo, con el crecimiento de la economía. Otra vez la mirada economicista. Y acá el problema está en las clases medias, que buscan un cambio. Quieren un país que se parezca más a Uruguay, Chile o Brasil y no a Venezuela, Ecuador o Bolivia. Cristina tal vez representaba eso en 2007. Ahora no. Ni siquiera lo intenta”.

“Por eso yo creo que de alguna manera se va a dar. La sociedad va a buscar a alguien que, sin ser un gran líder, va a representar esa franja, una parte de la población que quiere un país moderno. Y el oficialismo se equivoca creyendo que la gente va a votar sólo la economía. Está estudiado en el mundo: la economía es parte del voto, pero no es todo. Por supuesto que el mejor perfil lo tiene Carlos Reutemann, que no quiere ser candidato. Eso hace que, al menos por ahora, los que se postulan no pueden ser, pero el que puede ser, Reutemann, no se postula. Igual, alguien va a canalizar esa corriente y tendrá chances.”

2011 no es 2009

Artemio López, titular de la consultora Equis, parte de la base de que el escenario electoral entre la derrota oficialista de 2009 y la presidencial de 2011 cambió totalmente.

“La oposición se equivoca. Piensa que la foto de 2009 es una película que llega a 2011. Efectivamente el Frente para la Victoria tuvo en Capital, Santa Fe y Córdoba –tres megadistritos con casi un tercio del electorado nacional– un promedio de apenas un nueve por ciento.”

“Hoy las circunstancias han variado por tres razones: electorales, políticas y técnicas. Políticas, porque la imagen del Gobierno mejoró sensiblemente y hoy, por caso, en Capital Federal, el FPV llega al 22 por ciento de los votos. Cambió políticamente en Córdoba, donde el sistema de alianzas territoriales está en proceso y va bien. Técnicamente, porque en Santa Fe la elección de gobernador no se va a hacer junto con la de presidente, y eso mejora mucho las perspectivas del oficialismo. Hoy, el FPV saca el 30 por ciento en esa provincia.”

Hay que esperar a marzo

Rosendo Fraga es titular del Centro de Estudios para la Nueva Mayoría. Su mirada es que, hoy por hoy, la oposición está estancada en lo político-electoral, pero avanza en los temas institucionales.

“Digo que hay un estancamiento, porque no existe ninguna chance de que la oposición resuelva las candidaturas. El Peronismo Federal no lo puede hacer hasta marzo y lo mismo les sucede a los radicales. Sin definir candidato, la oposición está estancada en ese terreno.”

“Mientras tanto –señala Fraga– hay un avance en lo político-institucional, ganando votaciones en el Congreso. Ganó la del Indec, ganó la de los glaciares, ganó la del 82 por ciento para los jubilados. Todo eso se nota, pero en el terreno electoral está trabado.”

“La gran cuestión de 2011 es si va a ser el Peronismo Federal o el Acuerdo Cívico y Social la gran fuerza de oposición. En el país hay sólo tres grandes fuerzas: esas dos y el Frente para la Victoria. Y después hay tres fuerzas de segundo nivel, el PRO, que encabeza Macri; el ARI, de Elisa Carrió; y Proyecto Sur, de Pino Solanas. Estas tres no tienen chances presidenciales. Mi impresión es que tendrá que resolverse entre el Peronismo Federal y el Acuerdo Cívico quién encabezará la oposición. Macri creo que no se va a presentar. Tiene que resolver sus problemas en la Capital primero.”

“Hay una cuestión que tiene mucho que ver con el resultado electoral de 2011: el campo. Yo diría que el voto del campo y las personas que viven relacionadas con el campo suman un 15 por ciento del total nacional. El Gobierno no ha hecho nada por reconciliarse con esa franja. Si hubiera reconciliación, creo que el oficialismo gana”, concluye Fraga.

Opositores, no oposición

Enrique Zuleta Puceiro es titular de Opinión Pública, Servicios y Mercados (OPSM). Su mirada sobre la oposición es singular.

“Habría que insistir en lo que lo que constituye casi un lugar común del análisis político: no existe una oposición. Lo que existen son opositores. Algunos de ellos tienen capacidad de generar votos –y hasta de ser candidatos en 2011; otros simplemente tienen capacidad para vetos–, vetos sociales, políticos, parlamentarios o puramente mediáticos.”

“Hablar de la oposición en un sentido global e indiferenciado lleva a exigirle al conjunto de las fuerzas de oposición un nivel de homogeneidad, unidad de propósitos y coordinación estratégica imposible de lograr –agrega Zuleta–. A la oposición se le exigen hoy realizaciones y logros imposibles. Se le exige por ejemplo una unidad contra el oficialismo capaz de polarizar las elecciones presidenciales de 2011, cuando en realidad, lo que conviene a cada una de las fuerzas políticas que convergen en ese espacio es más bien lo contrario. Lo que legitima, agrega y consolida el campo opositor es más bien la diferencia, la heterogeneidad, el dinamismo interno, y, sobre todo, su pluralidad de opciones. Separados los líderes, partidos y clubes políticos de la oposición suman más de un sesenta por ciento del voto de 2011. Unidos componen un cóctel puramente virtual y explosivo.”

“Para exhibir unidad –redondea Zuleta–, los fragmentos de la oposición se ven forzados a de-sarrollar una agenda puramente reactiva, en contra de todo lo que el Gobierno significa. El riesgo es muy claro. Sobre todo en un escenario como el actual, de optimismo colectivo y demandas sociales de gestión, responsabilidad y eficacia gubernativa, en el que la gente reclama propuestas alternativas, actitudes constructivas y posiciones razonables, sobre todo ante lo que ve como logros del Gobierno. Muchos sectores independientes tienden a ver a la oposición como carente de ideas y de sentido de la responsabilidad. En la medida en que lo que se votará en 2011 será gobierno y no oposición, no es extraño que la oposición pierda hoy por hoy en primera vuelta y en casi todos los escenarios de una posible segunda vuelta. La mayor dificultad de la oposición es precisamente esa sobrecarga impaciente de demandas imposibles de satisfacer.”

El factor miedo

Roberto Bacman, de la consultora CEOP, hace un análisis que toma en cuenta la trayectoria de los partidos.

“La realidad es que se rompió el sistema bipartidista. Antes, entre el PJ y la UCR sacaban el 80 por ciento de los votos. Ahora aparecieron el PRO, Lilita Carrió y otras fuerzas que hacen que la UCR haya perdido la capacidad de conseguir el 40 por ciento que solía conseguir. Ahora el PRO, Carrió y otras vertientes no le permiten pasar de un 25 o 26 por ciento.”

“Y aquí entra a jugar otro factor: el miedo. La UCR viene de dos experiencias muy complicadas: Raúl Alfonsín no pudo terminar su mandato, y lo que pesa más todavía es el final del mandato de Fernando de la Rúa. Hoy por hoy, el radicalismo puede definir cuál es su major candidato, Ricardo Alfonsín o Julio Cleto Cobos, pero le va a costar muchísimo que le crean que puede gobernar.”

“Nosotros medimos a los candidatos del Peronismo Federal. Ninguno tiene una gran intención de voto. Y esto es porque no existe un electorado del peronismo disidente. El que mejor mide es Eduardo Duhalde, pero tiene entre el siete y el ocho por ciento. Muchos sostienen que Carlos Reutemann tendría posibilidades: por ahora, la gente no le cree que vaya a ser candidato. No tiene más del cuatro por ciento de la intención de voto.”

“Por otro lado, está claro que Macri no puede ir solo como candidato presidencial. No tiene extension nacional. Necesita socios en el interior del país. Su gestión en la Capital Federal tiene indicadores de aceptación aceptables. No es lo que la gente esperaba, pero no son tampoco un desastre. Ahora bien, muchos votantes del Peronismo Federal no lo votarían y hay una parte de los adherentes a Macri que se espantarían con una fórmula con Rodríguez Saá o Duhalde. En cualquier caso, esa alternativa no pasa del 16 o 17 por ciento hoy en día y compite con el radicalismo.”

“Detrás de esta fragmentación hay un fenómeno que domina la escena: el principal problema de la oposición es que no tiene un proyecto de gobernabilidad concreto. Ningún sector representa un modelo de gobierno alternativo. No tienen plataforma. Y eso es lo que hace que el voto se disperse. Ya no hay bipartidismo, ya no se vota por la camiseta del partido, y al no haber proyecto alternativo claro, el voto se dispersa.”

Bolsillo, corazón, consensos

Para Doris Capurro, de Ibarómetro, “el principal problema de la oposición es que, en el último año, su argumento central ha sido la falta de búsqueda de consensos y de diálogo por parte del Gobierno. Hoy, sus argumentos se desvanecen ante la opinión pública, ya que no hay dos que puedan ponerse de acuerdo, ni siquiera en un mismo sector”.

“Hoy, hay una única cosa clara: la candidatura de Néstor Kirchner, apoyada por el Partido Justicialista. El debate sobre si es él (NK) o ella (CFK) muestra la actual robustez del oficialismo, que puede exhibir dos candidatos con idénticas posibilidades electorales. La recuperación de la imagen positiva del Gobierno y del kirchnerismo es vertiginosa.”

“En cambio, la oposición no tiene, hasta el momento, ningún candidato definido, ni ningún partido con una estructura nacional sólida y rodeada por una consistente masa de votantes, con posibilidades de enfrentar al oficialismo. El electorado de centroderecha está huérfano de liderazgo. Mauricio Macri, sin el apoyo del peronismo disidente, no tiene ninguna chance de acceder a una segunda vuelta. El peronismo disidente (que representa apenas un 10 por ciento de aquellos que dicen estar cercanos al justicialismo), sin Macri, tampoco tiene ninguna chance. Macri no los representa. ¿Cómo explica un Jorge Busti, por ejemplo, a los peronistas entrerrianos que el candidato del peronismo es Macri? Francisco de Narváez parece tener una agenda propia, que no quiere compartir con nadie. Aparece más enfrentado con Macri (probablemente por una competencia de tipo personal) que con el oficialismo. No parece estar ilusionado con el gobierno de la provincia. Sólo le interesa la presidencia. Duhalde no logra reenamorar ni a sus viejos caudillos locales, y menos aún a la opinión pública. Felipe Solá coquetea, según su conveniencia, con Elisa Carrió, con el PRO o con el peronismo disidente. Reutemann dice que no. Rodríguez Saá y Das Neves dicen que sí, pero no los quiere nadie. Un rompecabezas que, si no se alinea, hace agua por todos lados.”

“Por otro lado, está el Desacuerdo Cívico y Social. La fractura de la Coalición Cívica con el radicalismo no es sólo una amenaza para esa nueva alianza, sino hasta para el liderazgo de Ricardo Alfonsín. Uno de sus posibles atributos era la capacidad –que no tiene Julio Cobos– de liderar un acuerdo con la Coalición y con el socialismo. Pero, aunque lograse recuperar esos acuerdos, es imprescindible mostrar capacidad de gobernabilidad y, con estos recientes antecedentes, se agranda el recuerdo funesto de la Alianza. Entonces, una fórmula Alfonsín-Binner, que puede resultar atractiva para un sector de la clase media, no tiene posibilidades de ganar por credibilidad y capacidad de gestión. Además, le falta el apoyo de la clase trabajadora.”

“Y aquí entra el viejo diagnóstico: la clase media vota más con el bolsillo que con el corazón. La gente de menores recursos seguramente se alineará con el oficialismo en su mayoría. Y, además, la clase media no querrá correr riesgos”, redondeó Capurro.

Niños Índigo: ¿ Mito o realidad ?


Por Silvana Larrea - -

Se los llama Nazarenos, acuarianos (por la Era de Acuario), niños del sida (por su capacidad inmunológica) o supersíquicos. El nombre de índigo (el más conocido para identificarlos) fue tomado del color atribuido al chakra (centro de energía) del entrecejo, es decir, del tercer ojo.

Occidente empieza a descubrir el tema, mientras en países como China es conocimiento antiguo y los niños calificados hoy como 'índigos' son conocidos como “la gente que sabe lo que los demás no saben”. La diferencia, según expertos chinos, es que en Oriente se los venera y en Occidente se los reprime.

El súbito interés en los niños índigo proviene –de acuerdo con los promotores de esta teoría- de que cada vez son más numerosos (se habla de cifras tan astrónomicas como ¡el 80 por ciento de los nacidos actualmente!), aunque no existe, hasta el momento, ninguna prueba científica que lo corrobore.

Los defensores del fenómeno de 'los niños índigo' aseguran que en el tema se cruzan elementos místicos, holísticos y esotéricos. Y exponen como prueba tangible de su existencia el método conocido como 'foto kirlian', técnica que permite sacar una foto del aura o campo energético de un organismo vivo. El aura de estos niños, a diferencia de la que poseen los de generaciones anteriores, es azul, de ahí que se los llame índigos. Sustentan, además, hipótesis de la existencia de un metabolismo más rápido y de un ADN superior, lo que se suma a características como que comen y duermen poco, que no acatan órdenes, que encaran a sus padres, que se aburren de los juguetes, que no quieren ir a la escuela y que aparentemente son dueños de una "inteligencia superior".

Los escépticos, en cambio, hablan de esnobismo entre los padres, que prefieren calificar de índigo a un hijo que en realidad es solo una víctima más del síndrome de atención deficitaria por trastorno hiperactivo, un mal que hoy en día aqueja a millones de niños en los Estados Unidos y que según un artículo de Jeremy Rifkin, presidente de la Foundation on Economic Trends, de Washington (publicado hace algunos meses en Mundo Diners), no es más que otro síntoma de la "sociedad a cámara rápida" que vivimos hoy en día padres e hijos.

"Los niños afectados se impacientan con facilidad, no pueden concentrarse, son irascibles y se desaniman pronto" asevera Rifkin. Este diagnóstico coincide con el de muchos niños 'índigo'. Su argumento es que un entorno dominado por la televisión, los videojuegos, las computadoras, hace que el niño crezca sometido a una continua estimulación medial que “muy probablemente” causará un desarrollo neuronal deficiente que condicionará una capacidad de concentración escasa. “Si aceleramos más el ritmo, corremos el riesgo de que la impaciencia sea la actitud habitual de la nueva generación”, concluye.

¿Un movimiento contra el Ritalin?

La psicopedagoga Isabel Muñoz sostiene que los niños índigo son una versión de pacientes con DDA, que engloba a los hiperactivos.

Este síndrome se trata con una anfetamina llamada Ritalin. En Estados Unidos empezaron a surgir grupos que no admiten este tratamiento y ello puede explicar la aparición de la teoría de los índigo, revela.

“Índigo” no es una clasificación aceptada por la Academia Mundial de Psiquiatría, por ser tratado como algo esotérico: a los niños se les mide el aura que supuestamente tiene toda persona por la carga eléctrica natural del cuerpo, y con ello, “niños inquietos, sensibles, sin capacidad de adaptarse, son catalogados como índigos y gente de distintos grupos los asimila como enviados de Dios, con capacidad para predecir y poderes de autosanación”, explica Muñoz, quien en 26 años ha tratado a muchos hiperactivos “pero ninguno ha predicho nada”.

Establece que no todos los niños llamados índigo pueden ser hiperactivos, pero los que lo son deben ser tratados para evitar su desadaptación. El DDA, explica, es un síndrome muy moderno, cuyo origen está en estudio pero que parecería ser producto de todo el conjunto de vacunas recibidas por los padres, que formarían características cerebrales diferentes en los niños.

Oculto y polémico

Los ingredientes metafísicos y esotéricos inherentes al tema de los niños índigo son manejados con bajo perfil y muchas veces los padres no los conocen.

María Dolores Paoli es una psicóloga transpersonal venezolana citada en toda conferencia, reunión o consulta sobre el tema de los índigo en el mundo. La disciplina que ejerce fue fundada por los teóricos de los índigo y no tiene reconocimiento científico.

Ella afirma que los índigo son Niños de las Estrellas, que provienen de planetas más evolucionados, con la misión de incrementar “la tasa vibratoria de la Tierra” y que “son puentes entre la tercera y la cuarta dimensión”.

Ese paso (o “ascensión”, según el esoterismo) a la cuarta dimensión hace que los ángeles y otras “entidades de luz” comiencen a tener más influencia en los humanos, enviando sus mensajes por medios síquicos.

Paoli es seguidora de Lee Carrol, ex hombre de negocios norteamericano y autor de libros metafísicos, el último: Los Niños Índigo. Lo escribió con su esposa Jan Tobber, una diseñadora de joyas y de ropa, muy interesada en la metafísica.

Las obras de Carrol (créalo o no) surgen de la información obtenida telepáticamente por “una entidad nunca encarnada en la Tierra, llamada Kryon”. Esta es –en términos terrestres- una masa de pensamiento vinculada a un Dios no definido, sin forma humana (a diferencia de Jesús, Buda o Krishna), que ha sido calificada como el padre de los niños índigo, pues anunció su “llegada” a través de Carrol, con quien contactó desde 1991. Para aclarar qué mismo es, Kryon dice en sus mensajes: “No soy un hombre. Mi nombre es un grupo de pensamientos o un paquete de energía que me rodea”.

¿Humanos evolucionados?

A más de los estudios de ADN realizados por la UCLA sobre niños índigo, habría también indicios de una modificación en el hígado que ellos poseen para adecuarlo a nuevas dietas (como una mejor asimilación de comida chatarra) y un coeficiente intelectual (IQ) promedio de 130, que en muchos casos llega a un rango de genio al alcanzar 160 puntos o más.

Para el doctor Iván Seperiza Pasquali (Chile), en su libro Niños de la luz, esos cambios son una mutación específica en el género humano para sobrellevar el ritmo de vida actual.

La doctora Carolina de Piedra, directora del departamento de psicología de un prestigioso colegio guayaquileño, asegura que llamar índigo a un niño es dar respuestas “mágicas”, sin asidero científico, a problemáticas actuales. "Los niños se caracterizan por sus emociones, dificultades, entorno familiar y no por el color de su aura”. Y sostiene que hay niños que destacan por los estímulos que reciben del entorno y de sus padres.

Ese criterio es compartido por Fabián Guarderas, psiquiatra infantil del Hospital Metropolitano, quien rechaza lo esotérico pero no descarta que la ingestión de suplementos vitamínicos y proteínicos en el embarazo y la estimulación pre y post natal desde hace diez años hagan que nazcan niños con más inteligencia y en mejores condiciones inmunológicas, pero “no por un fenómeno extraterrestre”.

Dice que la Humanidad estaría en una nueva etapa del proceso evolutivo, en la cual los niños perciben el peligro a más temprana edad, controlan sus esfínteres antes del año, hablan precozmente y controlan la temperatura corporal, lo cual está comprobado científicamente en estudios pediátricos.

“Hay que prevenir la manipulación a los padres. Es un esnobismo gratificante pensar que un hijo es un Salvador, en lugar de aceptar que sufre DDA”, manifiesta.

De su experiencia, señala que en pasantías realizadas en Israel y Cuba, los niños poseedores de un coeficiente intelectual más alto –que podrían asimilarse a los que se llaman índigos- son tratados de manera diferente, con más estimulación en las áreas en que demuestran mayor habilidad.

Noemí Paymal, quien dirige la Fundación Indi-Go en Quito, no se cierra al tema: los índigo pueden ser incluso una moda, pero hay que reconocer que se está dando un cambio que debe ser atendido. Dice que la ayuda debe ser para los padres. Sean niños índigo “o como se los quiera llamar”, cree que hay que percibir una corriente, cada vez más numerosa, en la forma de comportarse de los niños actuales que obligará a cambiar patrones educativos, tecnológicos, de comportamiento social y de valores, “para hacerlos más armónicos, respetuosos y positivos”.

Pero el tema no se acaba con los índigo. Se habla ya de la “llegada” de los ‘niños de cristal’: mientras los índigo son “rompedores de sistemas”, los cristal son “pacificadores”. Pero ese es otro asunto.

RECUADRO

¿Cómo reconocerlos?

Los defensores de la existencia de los niños índigo han establecido características que ayudan a identificarlos:

- Son más altos, de ojos grandes, ligeramente abultado el lóbulo frontal, zurdos o ambidiestros.

- Nacen en cualquier clase social.

- Son más inteligentes, sorprenden por sus preguntas y respuestas desde muy temprana edad, aprenden con mucha rapidez y por sí solos.

- Son muy inquietos y autodeterminados.

- No se dejan amilanar por castigos o reprimendas de los adultos.

- Se interesan por todo lo nuevo en el campo tecnológico.

- Son altamente creativos.

- Se estresan con facilidad sin no son tratados en forma adecuada.

- Ven más allá de los espectros de luz, escuchan todo tipo de sonidos, incluso el de su fluido sanguíneo.

- Tienen una hipersensibilidad táctil.

- No acatan órdenes, son rebeldes, no se adaptan a las normas.

A ello se suma el aura. Jacques Delpi, facilitador transpersonal, toma fotos de aura desde hace cinco años, en Guayaquil, y explica que en todos esos niños es azul, lo que le permite asegurar que ¡todos! son niños índigo. Si está rodeada de colores tipo pastel es que hay paz y tranquilidad en la persona, pero si existe alguna perturbación aparece un rojo profundo. El aura de los no catalogados como índigos varía entre los colores blanco, rojo y amarillo, aunque siempre hay un elemento azul.