Observo una enorme desorientación. Trataré de hacer conocer someramente, lo sucedido en estos días.
Un grupo importante de familias, se asentó en el parque Indoamericano –según sus propios dichos- con el objeto de peticionar ante las autoridades de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. La petición no es otra cosa que, exigir las soluciones habitacionales prometidas en la campaña electoral.
¿Cómo se originó esta toma? Esta semana el PRO dio origen a su campaña electoral anunciando la entrega de los títulos de propiedad de los terrenos sobre los que se habían construido casas en villas como Piletones, Villa 20, Villa 1-11-14 y las Villas 3, 6, 17, 19 y 21-14. Con este objetivo los diputados Enzo Pagani y Cristian Ritondo presentaron un proyecto en la Legislatura para reformar el Código de Planeamiento Urbano. Cuando este proyecto fue anunciado con efusividad electoralista, lo primero que se provocó fue que una banda organizada atacara el obrador que tienen las Madres de Plaza de Mayo en Los Piletones, con 400 casas casi terminadas. Ese grupo fue rechazado por los trabajadores del obrador, pero alentados por esas promesas de inicio de campaña electoral, la gente de las villas se lanzó a ocupar el predio del Parque Indoamericano. Esta fue la consecuencia de la promesa del PRO. Hay una importante cantidad de denuncias de los ocupantes de haber sido motivados a tomar el predio, previo pago de $700.
La primera noche de ocupación comenzó la violencia con el resultado de dos muertos. Ante una instrucción judicial, la Policía Federal desalojó el predio y se lo entregó a la Policía Metropolitana que, insólitamente, permitió que los grupos que lo habían ocupado, volvieran a hacerlo por segunda vez, con mucha más gente.
Al segundo día se desató una guerra entre un grupo de vecinos de Soldati y Lugano y los ocupantes, que ya se habían asentado.
Por supuesto que el Estado Nacional no está de acuerdo con la toma de ningún espacio público y debo aclarar que, los ocupantes, han manifestado que tampoco están de acuerdo con ello pero, lo utilizaron como forma de llamar la atención del Gobierno de Ciudad Autónoma de Buenos Aires sobre la falta de planes de viviendas para la urbanización de villas.
Este conflicto sólo tiene solución política.
Sin embargo el Gobierno de la Ciudad se negó a llevar a cabo cualquier negociación con los ocupantes que él mismo había alentado a través del ofrecimiento de escrituras y adoptó la postura de reclamarle al gobierno nacional, intentando presionar para que nos apartemos de la consigna innegociable del gobierno de la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner de no reprimir las manifestaciones sociales.
El Jefe de la Ciudad Autónoma pretendió en todo momento, saturar de policías y desalojar el predio a los palos, sin importar sangre, heridos o muertos. Se niega a entender, seguramente por su inexperiencia o su especulación politiquera, que esa solución es solución de un día. De ESE DÍA pero, no se puede sostener en el tiempo.
Hubo una manifestación violenta en el mismo predio. Somos conscientes que muchos vecinos están enojados con la situación pero, las agresiones vinieron de barrabravas y delincuentes que, mezclados con los vecinos honestos, se dedicaron a lastimar a la gente.
En algún momento del viernes, y con tres personas muertas, había que encontrar un cauce político para comenzar a salir del conflicto. Los ocupantes tomaron contacto con funcionarios del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación y pidieron intercediéramos para provocar una reunión con el Jefe de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y que participando de la reunión, oficiáramos de garantes. Personalmente me comuniqué con Horacio Rodriguez Larreta y Guillermo Montenegro para que asistieran junto con Mauricio Macri a una reunión en Casa de Gobierno.
Tuvimos una reunión de cinco horas. Terminó el sábado a las cuatro de la madrugada, sin resultados. Nuestra propuesta fue que el Gobierno Nacional financiara las tierras y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires financiara las viviendas. Siempre hablamos de financiar. NO HABLAMOS DE REGALAR NADA. No es nuestra vocación premiar la toma ni tampoco es ese el pedido de los ocupantes, cuyo reclamo no es otro que el cumplimiento de las promesas electorales y la revisión de las prioridades de la gestión de la CABA, entre las que no figuran las villas ni la vivienda.
Retomamos la reunión, el sábado a las 11:30 con resultado negativo. Macri se retiró a los pocos minutos y la reunión terminó tal como comenzó. El saldo fue el conocido.
Ya habíamos comprobado la sub ejecución del presupuesto de Educación en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires que motivó la queja de los pibes y con razón. De la misma manera, sucedió con la sub ejecución del presupuesto para viviendas sociales que provocó airadas manifestaciones de los habitantes de la Villa 31.
Era imperioso evitar la escalada violenta promocionada, entre otros, por el propio Ingeniero Macri con sus expresiones xenófobas y de incitación a la violencia.
Por ello decidimos tomar acciones unilaterales de inmediato. Si bien somos convidados de piedra desde el punto de vista jurisdiccional, no lo somos desde el punto de visto de las convicciones. La gente nos importa, su situación nos importa.
Respetamos en todo momento, la jurisdicción de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, porque inferimos que el Ingeniero Macri tendría vocación de conciliar una solución por vía de la política. Estábamos equivocados de medio a medio.
Instruimos a la Gendarmería para que dispusiera un cerco y a partir de allí realizar un censo por parte del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, para evaluar las situaciones particulares.
Ya van 18 horas de operativo de Gendarmería, sin ningún inconveniente y la labor del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, ha sido impecable.
Dijimos que la única forma de resolver el tema era por la vía de la política y estamos demostrando que, la solución es… POLÍTICA.
No tuvimos más remedio que participar activamente para evitar una escalada sin límites. Por esta vía, en el menor tiempo posible y con medidas ciertas y comprobables, los vecinos desalojarán el predio, por su propia voluntad.
Ojalá haya podido sintetizar todo lo sucedido.
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