miércoles, diciembre 15, 2010

Internacional das Migracións Manifesto “NINGUÉN SOBRA NUNHA CRISE!”

MANIFESTO
A palabra migración, que foi desde a orixe da humanidade sinónimo da súa propia historia, chora hoxe a súa corrupción ata o loito, por todas as inxustizas acaecidas nun mundo no que o neocolonialismo usufrutúa con avidez os recursos de moitos pobos, entanto castiga cunha inxustiza que se contradí coas súas propias leis aos que chegan fuxindo da realidade na que transformaran os seus lugares de orixe.
As persoas migrantes vémonos obrigadas a ofrecernos como man de obra barata e desprotexida, moitas veces considerada ilegal, unicamente polo feito de termos nacido nun territorio concreto dun mundo en cuxas fronteiras os países ricos abren portas coa forza da súa economía ou das súas armas.
As noticias globais sobre os atentados contra as poboacións de moitos lugares do mundo, dos que se desprenden beneficios para os estados máis enriquecidos, así como a persecución aos migrantes son feitos cada día máis preocupantes.
Nunha recente entrevista concedida ao diario Público.es, o escritor uruguaio Eduardo Galeano recordaba que o racismo “produce amnesia. Porque todos somos africanos emigrados”. Denunciamos que esta amnesia está a ser a auténtica pandemia que sofre unha parte da sociedade, que as medidas de prevención aplicadas á Gripe A deberían trasladarse a este cancro de inxustiza que ataca á humanidade e á súa casa, a Terra.
Non debemos permitir un só espirro que contaxie doenzas tan graves como as acontecidas no último ano, como a expulsión de cidadáns de orixe romena e búlgara, maioritariamente pertencentes à secularmente maltratada etnia xitana; a “Lei Arizona”, que veu lexitimar a discriminación e o controle policíaco da inmigración nos Estados Unidos; o masacre de 72 migrantes en Tamaulipas, México; ou a aplicación de políticas xenófobas e do constante recorte de dereitos que veñen poñendo en marcha diferentes países da Unión Europea.
A crise económica está a empeorar as condicións de vida de toda a poboación e, en particular, das persoas inmigrantes: os seus contratos son cada vez máis precarios ou inexistentes; as posibilidades de regularización, máis remotas; os dereitos de reagrupación familiar, menos contemplados e, en liñas xerais, as persoas, máis discriminadas e desprotexidas.
Ademais do paro; das dificultades económicas, do temor a rematar a prestación de desemprego, do medo ao desaloxo polo impago da hipoteca ou a non chegar a fin de mes, as persoas inmigrantes debemos enfrontar o desasosego de atopar un control policial á volta da esquina, a incerteza dunha deportación exprés, a humillación de identificarse a calquera hora e lugar simplemente por ter unha cor de pel diferente.
A criminalización e persecución das persoas migrantes indocumentadas inoculan o medo e a fractura social entre conveciños e entorpecen a convivencia entre as persoas que habitamos un mesmo territorio, obstaculizando as posibilidades reais de que nos acomodemos e nos sintamos cidadás de pleno dereito desta sociedade que escollemos para desenvolver o noso proxecto de vida.
Ante todos estes síntomas, que xorden cada minuto no mundo, propoñemos vacinarnos contra os discursos demagóxicos que alertan sobre o carácter delincuencial e ameazante da inmigración, cuxo único propósito é desviar a atención dos auténticos responsábeis da crise económica, social e ambiental que estamos a vivir, ao tempo en que espertan sentimentos de competencia e desconfianza entre a poboación, deixando espazo para o rebrote de actitudes e comportamentos racistas que criamos enterrados. .
Neste día 18 de Decembro, no que recordamos que as migracións forman parte do substrato de todos os pobos do mundo, antes que celebrar, tócanos lanzar un berro de repulsa e esixir o peche dos centros de internamento e detención de estranxeiros, a supresión das crecentes redadas, identificacións e deportacións

La Patria Grande

*Norberto Galaso

La reconstrucción de la Patria Grande Latinoamericana, aquella que postularon San Martín y Bolívar, Martí y Ugarte, entre otros, continúa avanzando.




En Georgetown, capital de la antigua Guyana Británica, hoy convertida en la República cooperativa de Guyana, se realiza la IV cumbre de la UNASUR, ratificando así el camino hacia la reunificación de nuestros países, surgidos de la balcanización impuesta por los imperialismos inglés y norteamericano.

Resulta oportuno recordar el disímil proceso ocurrido en las dos Américas. El norte creció hacia adentro, ampliando su desarrollo capitalista, con expansión hacia el Far West hasta convertirse en los Estados Unidos y tornarse imperialista.

Este proceso que va desde el triunfo de la burguesía industrial del norte sobre los latifundistas explotadores de esclavos sobre el golfo de México, culminó en su condición de Gendarme del Mundo que se adjudica derechos de establecer bases militares o imponer su dominación sobre Afganistán o Irak, aunque últimamente su economía -basada en la emisión de dólares sin respaldo- ha empezado a crujir peligrosamente.

De México al sur, el resto de América se disgregó y devino en los estados desunidos de América Latina y el Caribe. Desmembrados por la presión imperial ejercida en complicidad con las oligarquías y burguesías portuarias, se convirtió en "veinte hermanos que viven de espaldas", como señaló el ensayista oriental Alberto Methol Ferré.

Aquí, el mercado externo prevaleció sobre el mercado interno, las costas sobre el interior, la dependencia sobre la soberanía, el saqueo sobre el desarrollo, las sardinas -como dijo el presidente guatemalteco Juan José Arévalo- apresadas por el tiburón. En 1826, Bolívar intentó la gran Confederación, pero no pudo lograrla: faltaba la fuerza social capaz de lograr la unificación.

Así se fueron segregando los pequeños países dependientes: en 1825 nace Bolivia, en 1828: Uruguay, en 1830: Ecuador, se rompe la Gran Colombia, en 1865 es arrasado el Paraguay con su modelo de economía autocentradada, en 1902 queda sometido Puerto Rico y se impone la enmienda Platt a Cuba, en 1903 desgajan Panamá de Colombia, para construir el canal, ya la Federación Centroamericana liderada por Morazán ha caído décadas atrás disgregada en varios países, ya a fines de siglo ha nacido la OEA, `verdadero ministerio de colonias`, según la calificó Manuel Ugarte.

Pero hoy este proceso de disgregación se revierte aceleradamente y hoy la OEA ya no ocupa rol importante, ante la consolidación de la UNASUR.

Los procesos de liberación nacional desarrolladas en varios países latinoamericanos desde 1998 llevaron a la convicción de que es preciso coordinar esfuerzos volviendo a las raíces de las viejas luchas: ALBA, MERCOSUR, Banco del SUR, UNASUR son palabras que aparecen habitualmente en los cables periodísticos.

Los nuevos proyectos van siendo reconocidos como necesarios en los diversos países: una moneda latinoamericana par a desligarse del dólar, un Banco del Sur para desentenderse del FMI, una empresa energética latinoamericana y hasta un comité de defensa común, proyectos que lleva inmediatamente al recuerdo de José Martí: `Unámonos, unámonos, para que el Gigante del Norte nos respete`.

Y el Gigante ha acusado el golpe por lo cual redobla su presión: coloca siete bases en Colombia, una nueva base en Paraguay, la IV flota navega amenazadoramente por el Atlántico y mueve asimismo sus diversos organismo para desestabilizar a los gobiernos populares latinoamericanos, a través de la CIA, la SIP, las ONG que esconden proyectos imperiales, los grandes diarios y las oligarquías traidoras. La lucha está empeñada y en los próximos años se acentuará seguramente.

Pero la Patria Grande no ceja en su intento y esta IV cumbre lleva el propósito de impedir el derrocamiento de los gobiernos populares: una de las propuestas centrales es que la UNASUR actúe inmediatamente ante cualquier intento de quebrar el orden en países donde gobiernan las mayorías populares, como lo ha hecho ya tanto en el caso de Honduras, Bolivia y Ecuador.

Pero ahora más orgánicamente aún, a través de medidas efectivas: se plantea el cierre de fronteras, la suspensión de tráfico aéreo, suspensión de la provisión de energías y de otros servicios, es decir, un conjunto de sanciones tomadas colectivamente contra cualquier movimiento usurpador de la voluntad popular.

La experiencia indica que hay que ir mucho más allá de lo que se procedió ante el caso de Honduras, es decir, no sólo el no reconocimiento, sino también los bloqueos que impongan un cerco a todo intento imperialistas desestabilizador.

En esta gesta liberadora y unificadora, Argentina ha jugado un rol importante desde el 2003. Y por ello no es casual que la IV reunión del Unasur se inicie con un homenaje a Néstor Kirchner, secretario general de esta organización en el momento de su muerte.

Frente a la prepotencia externa -que pretende descargar sus crisis sobre nuestros países- puede afirmarse con certeza que Bolívar y San Martín han salido de nuevo a galopar por las tierras de la Patria Grande, para convertir en realidad aquel proyecto frustrado en el siglo XIX.

*Historiador

Un mes sin Néstor

El tiempo toma formas distintas para los distintos modos de ver la vida.

Cuando el tiempo pasa a ser sólo una anécdota de los hechos, ahí es dónde debemos fijar la atención.

Por Patricia Fortino

Tanto pasó sin Néstor que nos parece mentira que sólo cumplimos un mes de esta pena trastocada en militancia, en activismo, en juventud surgente. Es que los hechos dejaron atrás al tiempo. Aunque parezca una frase sacada de la ficción, tal cual se nos presentan los acontecimientos de la vida política, tal cual andamos sin sacar las hojas a los almanaques.

Así como si darnos cuenta de la década transcurrida entre los fatídicos episodios de diciembre de 2001 y este final de año del Bicentenario fuera sencillamente una página de la historia mejor contada de los últimos 50 o tal vez 60 años de vida de la Argentina.

Es duro, poner nombre y apellido a los responsables, cuando la memoria selecta de tantos inescrupulosos dejan sin imagen y sin palabra a este pasado inmediato y lúgubre de hechos dolorosos, signados de muerte, desolación, abandono y pesadumbre.

Así como salido de la bolilla suertuda del azar político, el 2003 nos trajo la ilusión de recuperar espacios que por muy obstinados que fuéramos algunos, ya saben, estaban olvidados por casi todos.

No hubo por dónde pensar en otra opción y ahí hasta el menos intuitivo se sentó a esperar.

Después, todo lo que pasó hasta sentir desde lo más íntimo de su corazón, agitado y frágil, tenaz y obsesivo, apasionado y loco, Néstor supo que más temprano o más tarde, florecerían mil flores.

La primavera egoísta no le dejó disfrutar del jardín florecido que él supo proyectar aquel día. Así son las primaveras. Cuando nos damos cuenta nos arrebata el aroma, los pétalos, la alegría de las flores.

Este jardín no será solamente para la primavera que se llevó a Néstor, este jardín será el permanente florecer de sueños, de emociones, de cantos, de gritos, de aplausos, de ganas, de democracia, de vida.

Cuando una voz llama a otra y esa se multiplica en canto y el coro se agiganta a lo largo y lo ancho de las fronteras y más allá de las mismas, en la Patria Grande , ya no hay silencio que nos haga callar.

Un mes sin Néstor, una vida sin el compañero de ahora en más. No hay consuelo, tanto dolor sólo puede opacarse con el producto de su vida puesta en lucha, en militancia, en orgullo de todos y todas los que tenemos la mochila muy cargada de responsabilidad.

La Revolución es una tarea diaria, no hay tiempo para nada, todos los días hay que poner en marcha la máquina de las utopías de dónde saldrán los nuevos hijos de la Argentina soñada.

Las flores no se cortan para poner en floreros, se dejan ahí para multiplicar en semillas la nueva primavera.

domingo, diciembre 12, 2010

Villa Soldati, origen del conflicto y una solución por la via política

Observo una enorme desorientación. Trataré de hacer conocer someramente, lo sucedido en estos días.

Un grupo importante de familias, se asentó en el parque Indoamericano –según sus propios dichos- con el objeto de peticionar ante las autoridades de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. La petición no es otra cosa que, exigir las soluciones habitacionales prometidas en la campaña electoral.

¿Cómo se originó esta toma? Esta semana el PRO dio origen a su campaña electoral anunciando la entrega de los títulos de propiedad de los terrenos sobre los que se habían construido casas en villas como Piletones, Villa 20, Villa 1-11-14 y las Villas 3, 6, 17, 19 y 21-14. Con este objetivo los diputados Enzo Pagani y Cristian Ritondo presentaron un proyecto en la Legislatura para reformar el Código de Planeamiento Urbano. Cuando este proyecto fue anunciado con efusividad electoralista, lo primero que se provocó fue que una banda organizada atacara el obrador que tienen las Madres de Plaza de Mayo en Los Piletones, con 400 casas casi terminadas. Ese grupo fue rechazado por los trabajadores del obrador, pero alentados por esas promesas de inicio de campaña electoral, la gente de las villas se lanzó a ocupar el predio del Parque Indoamericano. Esta fue la consecuencia de la promesa del PRO. Hay una importante cantidad de denuncias de los ocupantes de haber sido motivados a tomar el predio, previo pago de $700.

La primera noche de ocupación comenzó la violencia con el resultado de dos muertos. Ante una instrucción judicial, la Policía Federal desalojó el predio y se lo entregó a la Policía Metropolitana que, insólitamente, permitió que los grupos que lo habían ocupado, volvieran a hacerlo por segunda vez, con mucha más gente.

Al segundo día se desató una guerra entre un grupo de vecinos de Soldati y Lugano y los ocupantes, que ya se habían asentado.

Por supuesto que el Estado Nacional no está de acuerdo con la toma de ningún espacio público y debo aclarar que, los ocupantes, han manifestado que tampoco están de acuerdo con ello pero, lo utilizaron como forma de llamar la atención del Gobierno de Ciudad Autónoma de Buenos Aires sobre la falta de planes de viviendas para la urbanización de villas.

Este conflicto sólo tiene solución política.

Sin embargo el Gobierno de la Ciudad se negó a llevar a cabo cualquier negociación con los ocupantes que él mismo había alentado a través del ofrecimiento de escrituras y adoptó la postura de reclamarle al gobierno nacional, intentando presionar para que nos apartemos de la consigna innegociable del gobierno de la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner de no reprimir las manifestaciones sociales.

El Jefe de la Ciudad Autónoma pretendió en todo momento, saturar de policías y desalojar el predio a los palos, sin importar sangre, heridos o muertos. Se niega a entender, seguramente por su inexperiencia o su especulación politiquera, que esa solución es solución de un día. De ESE DÍA pero, no se puede sostener en el tiempo.

Hubo una manifestación violenta en el mismo predio. Somos conscientes que muchos vecinos están enojados con la situación pero, las agresiones vinieron de barrabravas y delincuentes que, mezclados con los vecinos honestos, se dedicaron a lastimar a la gente.

En algún momento del viernes, y con tres personas muertas, había que encontrar un cauce político para comenzar a salir del conflicto. Los ocupantes tomaron contacto con funcionarios del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación y pidieron intercediéramos para provocar una reunión con el Jefe de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y que participando de la reunión, oficiáramos de garantes. Personalmente me comuniqué con Horacio Rodriguez Larreta y Guillermo Montenegro para que asistieran junto con Mauricio Macri a una reunión en Casa de Gobierno.

Tuvimos una reunión de cinco horas. Terminó el sábado a las cuatro de la madrugada, sin resultados. Nuestra propuesta fue que el Gobierno Nacional financiara las tierras y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires financiara las viviendas. Siempre hablamos de financiar. NO HABLAMOS DE REGALAR NADA. No es nuestra vocación premiar la toma ni tampoco es ese el pedido de los ocupantes, cuyo reclamo no es otro que el cumplimiento de las promesas electorales y la revisión de las prioridades de la gestión de la CABA, entre las que no figuran las villas ni la vivienda.

Retomamos la reunión, el sábado a las 11:30 con resultado negativo. Macri se retiró a los pocos minutos y la reunión terminó tal como comenzó. El saldo fue el conocido.

Ya habíamos comprobado la sub ejecución del presupuesto de Educación en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires que motivó la queja de los pibes y con razón. De la misma manera, sucedió con la sub ejecución del presupuesto para viviendas sociales que provocó airadas manifestaciones de los habitantes de la Villa 31.

Era imperioso evitar la escalada violenta promocionada, entre otros, por el propio Ingeniero Macri con sus expresiones xenófobas y de incitación a la violencia.

Por ello decidimos tomar acciones unilaterales de inmediato. Si bien somos convidados de piedra desde el punto de vista jurisdiccional, no lo somos desde el punto de visto de las convicciones. La gente nos importa, su situación nos importa.

Respetamos en todo momento, la jurisdicción de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, porque inferimos que el Ingeniero Macri tendría vocación de conciliar una solución por vía de la política. Estábamos equivocados de medio a medio.

Instruimos a la Gendarmería para que dispusiera un cerco y a partir de allí realizar un censo por parte del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, para evaluar las situaciones particulares.

Ya van 18 horas de operativo de Gendarmería, sin ningún inconveniente y la labor del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, ha sido impecable.

Dijimos que la única forma de resolver el tema era por la vía de la política y estamos demostrando que, la solución es… POLÍTICA.

No tuvimos más remedio que participar activamente para evitar una escalada sin límites. Por esta vía, en el menor tiempo posible y con medidas ciertas y comprobables, los vecinos desalojarán el predio, por su propia voluntad.

Ojalá haya podido sintetizar todo lo sucedido.

Los pistoleros del PRO al desnudo

Bajo la violencia desatada en Villa Lugano subyace un complejo tejido político-delictivo

Un simbolismo cargado de futuro. El 27 de febrero de 2007, Mauricio Macri lanzó su campaña electoral para la Jefatura del Gobierno porteño exhibiéndose para las fotos junto a una niña pobre en medio de un basural. Era nada menos que uno de los barrios marginales de Villa Soldati. A tres años y nueve meses de tal escena, su fervor por los desalojos compulsivos desataría en ese mismo arrabal una represión homicida seguida por una explosión racista no menos atroz.
Fue a partir de un operativo conjunto de la Policía Federal y la Metropolitana iniciado durante el anochecer del 7 de diciembre, luego de que el Poder Ejecutivo del PRO consiguiera una orden firmada por la jueza María Cristina Nazar para expulsar del Parque Indoamericano a unas 350 familias que habían tomado de modo pacífico un sector lindante al barrio Los Piletones. Semejante faena concluyó con dos cadáveres: el de Bernardo Salguero, paraguayo, de 22 años, y el de Rosemary Churapuña, boliviana, de 28. También hubo decenas de heridos; entre ellos, un bebé. Tal vez ese martes sea para la liturgia del macrismo la merecida efeméride de su cruzada por el control del espacio público. No por nada, el ministro del área, Diego Santilli, quien se encontraba en la retaguardia de los acontecimientos, expresó su lectura del asunto con las siguientes palabras: “Es un operativo valioso y prolijo; con algún problemita, claro, pero sin incidentes graves”. En aquel momento, los noticieros empezaban a informar sobre las dos muertes.
Recién el jueves, Macri desgranaría en una conferencia de prensa su versión de la masacre. Con un discurso casi hitleriano –avalado luego por cada uno de sus más estrechos colaboradores– responsabilizó de los sangrientos hechos a “los inmigrantes de países limítrofes”.
Ya se sabe que esas palabras propiciarían un pogrom, con unos 100 heridos y otros dos crímenes: el de Juan Castañares Quispe, boliviano, de 38 años, y –ya al caer la noche del viernes– la ejecución del pibe herido que fue arrancado por una horda de una ambulancia del Same, en medio de una aterradora cacería de personas que ofende a la condición humana.
Sin embargo, movileros, opinadores de toda laya y no pocos políticos deslizaban sólo su estupor ante el carácter “espontáneo” de ese enfrentamiento de “pobres contra pobres”. Como si la violentísima irrupción de un ejército de matones sindicales, barrabravas y punteros oscilantes entre el duhaldismo y el PRO fuese absolutamente natural.
Lo cierto es que –tal como adelantó una fuente policial a Miradas al Sur– efectivos de la División de Seguridad Deportiva de la Federal ya se encuentran abocados en la identificación de los barrabravas que participaron en los incidentes. Y que se están librando las correspondientes órdenes de captura. En consecuencia, ahora empezará a salir a la superficie el lado oculto de esta trama político-delictiva.

El terror azul. Ya trascendió que durante el fin de semana un sujeto vinculado al Gobierno porteño incentivaba entre los pobladores de la Villa 20 la toma del Parque Indoamericano. “El que no copa su parcela se queda sin nada”, proclamaba una y otra vez. Se refería a la supuesta entrega de títulos de propiedad sobre esa inexistente urbanización. Horas después, las primeras carpas fueron allí levantadas.
Ahora se sabe que ese tipo no era otro que Miguel Ángel Rodríguez, a quien le gusta que le digan El Comandante. Se trata de un ex convicto –purgó tres años y medio de cárcel por la venta de licencias apócrifas de taxi mientras era director de Tránsito en la gestión de Carlos Grosso–, que llegó a ser funcionario del Instituto de la Vivienda de la Ciudad (IVC). Pero tuvo que abdicar al aflorar su pasado por boca del legislador Facundo De Filippo. Entonces se convertiría en hombre de confianza de Esteban Bullrich, cuando éste era ministro de Desarrollo Social. El nexo entre ellos fue su jefa de Gabinete, Karina Leguizamón. Ella es la esposa del legislador del PRO Esteban Pagani, a su vez, un íntimo de su jefe de bancada, Cristian Ritondo. Ahora Rodríguez reporta directamente a él.
Otro incitador de la toma de terrenos –siempre con el señuelo de las escrituras– es Marcelo Chancalay, un garufero de arrabal que en sus años mozos fue boxeador; en la actualidad alterna ciertos negocios asociado al servicio de calle de la Comisaría 52ª con su condición de puntero del PRO en la Villa 20. Y también reporta a Ritondo.
Es que Cristian es un muchacho del barrio. Oriundo de Mataderos, se crió en Villa Lugano, en donde aún hoy conserva un domicilio. Tal vez por tal motivo se mostró muy contrariado con la toma del Indoamericano. Tanto es así que no dudó en escribir en su Twitter: “La Ciudad Autónoma no será territorio liberado para los que violan la ley”. Sucede que su apego al orden –y a sus agentes– no es menor.
Prueba de ello es que, en su gestión como subsecretario del Interior durante el interinato de Eduardo Duhalde, supo cultivar excelentes migas con un selecto grupo de oficiales de la Federal. Entre ellos resaltan los actuales jefes de las seccionales 36ª, 48ª y 52ª, comisarios Emilio Ramón Miragalla, Eduardo Rubén Pereyra y Miguel Ángel Cairolo, cuyas jurisdicciones se extienden entre Villa Lugano y Soldati. Dicho trío, junto con un subcomisario de la Guardia de Infantería, comandaron –en tándem con la Metropolitana– la represión del martes.En cifras, hubo unos 200 efectivos de la Federal y 60 de la Mazorca de Macri.
Una fuente confiable de la causa confirmó a Miradas al Sur que los cartuchos calibre 12 que mataron Salgueiro y Churapuña no fueron disparados con tumberas –como quisieron hacer creer los voceros de ambas fuerzas– sino que salieron de armas policiales. Por tal razón –además de ser pasados a disponibilidad–, están bajo investigación cinco suboficiales, junto con un subcomisario de la Infantería y el propio Pereyra, todos de la Federal. Y en relación con el asesinato de Quispe, hay sospechas sobre los ocupantes de un patrullero de la Metropolitana. Es por ahora difícil saber si esos homicidios fueron premeditados o, simplemente, fruto de un desborde. Pero el hecho de que algunas armas llevaran cartuchos de plomo inclina esa duda hacia la primera posibilidad. Cabría entonces un interrogante: ¿Por orden de quien? Ritondo tal vez lo sepa.

La caldera del diablo. Los hechos de sangre cometidos por las fuerzas de seguridad no son un hecho sorprendente. En cambio, el correlato civil de la matanza del Parque Indoamericano supone una siniestra bisagra en la Historia argentina: es la primera vez desde la Semana Trágica –ocurrida en 1919– que patotas reclutadas entre la sociedad civil se lanzan a la persecución de inmigrantes.
Es cierto que el discurso xenófobo de Macri bastó para que quienes integran “la parte sana” de Lugano se convirtieran en una caricatura del pueblo alemán durante la República del Weimar. No menos cierto es que en sus almas anidan los peores instintos. Pero ellos, vulgares fascistas de entrecasa, son incapaces de consumar con sus propias manos el ejercicio del terror. No así, por caso, quienes frenaron una ambulancia para asesinar a un pibe herido con un tiro en la cara. No así quienes en los incidentes del jueves fueron fotografiados con las armas en la mano.
Al respecto, el ya célebre Julito Capella -el hombre de jogging rojo que empuñaba una pistola -es un caso testigo. Es hijo del masajista de Boca, barrabrava de Huracán y empleado de la obra social del sindicato municipal (Sutecba), en donde custodia a Genaro Trovato, la mano derecha del líder del gremio, Amadeo Genta.
No menos significativa es la presencia de otro pistolero captado por las cámaras (ver foto derecha). Miradas al Sur pudo precisar que se trata de Alejandro Pastore, otro “pesado” de la obra social de Sutecba, quien con su mujer, Noemí Gómez, habita en la Torre 19 A swl complejo de Olivera y Directorio.
De ese edificio, y de otros situados en la avenida Castañares al 4200 y 4300 partieron disparos de grueso calibre sobre los habitantes de la Villa 20.
Tales construcciones fueron financiadas a través del Gobierno de la Ciudad y en su adjudicación no fue ajeno Trovato. Ni la ex directora de la Corporación Buenos Aires Sur, Esther Niti Iglesias. Ambos se dedicaban a ello en la Mutual 25 de Mayo, cuya sede estaba en el noveno piso de la Legislatura.
A la señora Niti se la vio el martes y miércoles reclutando muchachos del gremio para integrar la milicia macrista. En tales menesteres también estaba Eva Ferraro, jefa del CGP 8, quien –junto al delegado Chacho Álvarez–, recibía instrucciones telefónicas del propio Ritondo.
En la tarde del miércoles, cuando la presidenta Cristina Fernández de Kirchner expresaba en el acto del Día Internacional de los Derechos Humanos su más absoluto repudio a la xenofobia, en Lugano se iniciaba el más virulento ataque de los falsos “vecinos” contra quienes estaban en el Parque Indoamericano. En total –según calculos de los movileros presentes– eran alrededor de unos 300 matones armados hasta los dientes con pistolas y escopetas de guerra. El eje del mal no había faltado a su cita.
En tanto, Ritondo inmortalizaba sus reflexiones en el Twitter.