domingo, octubre 07, 2012

LUCES Y SOMBRAS


Por Héctor Marinángeli


Una serie de acontecimientos están provocando situaciones críticas por estos días en nuestro país.

Una verdadera escalada de actos provocados por la derecha política, sumados a algunas acciones sospechosas de ciertos sectores (huelga, movilizaciones de miembros de fuerzas de seguridad como Gendarmería y Prefectura), continuas faltas de respeto hacia la investidura presidencial, “Cacerolazos “ de los sectores de alto poder adquisitivo en particular en la capital del país, indican que estamos ante una ofensiva con el propósito de generar climas destituyentes y de inseguridad política.


Hay enormes sectores favorecidos por el proyecto que encabeza nuestra Presidenta que no permitirán dar marcha atrás a lo conquistado. Por el contrario entramos en una etapa de profundización de las políticas aplicadas en beneficio de la recuperación de la soberanía nacional, de la justicia social y la inclusión.

Avanzamos, no sin problemas, hacia un horizonte más justo y digno, con una creciente participación popular.

Priorizamos las políticas que nos hermanan con las naciones latinoamericanas, dando permanente espacio al Mercosur, Unasur, Celac, establecemos y profundizamos relaciones con las naciones emergentes en un contexto de aguda crisis de los países centrales.

La prioridad de dar y crear empleo, de aumentar la producción y agregar valor, de sostener nuestra moneda por encima del dólar, de controlar la evasión fiscal, y decenas de medidas tendientes a fortalecer el mercado interno ponen de manifiesto lo acertado de las políticas implementadas.

Al avanzar más hacia nuevos objetivos y profundizar esas políticas, parece que la reacción de los “opositores”, de las derechas, de los monopolios mediáticos en complicidad con los enemigos eternos de la Nación es poner más y más palos en la rueda.

No permiten o tratan de no permitir que sus intereses sean tocados ni en proporciones mínimas, quieren todo para ellos, para las élites poderosas, y actúan a través de los medios, influenciando (envenenando) a la “opinión pública”, insultando, provocando, a nuestra Presidenta, a los dirigentes sociales, etcétera.

Es tiempo de estar alertas, atentos y organizarse y unirse para que nuestro pueblo siga conquistando nuevos terrenos para su buen vivir. Tenemos que intensificar acciones que pongan a las grandes mayorías en atención frente al accionar antinacional y antipopular de la derecha y sus voceros.

En un contexto de una Latinoamérica unida, fuerte, con proyectos populares, progresistas, de cambios para grandes mayorías, debemos redoblar la militancia por sostener, apoyar y ayudar cada día más a nuestra Presidenta. Para beneficio de la Patria y de Nuestra América.

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