miércoles, octubre 15, 2008

No recuerdo si ya lo puse pero vale la pena releerlo..

Mirando atrás es difícil creer que estemos vivos:

Nosotros viajábamos en coches sin cinturones de seguridad y sin air-bag, hacíamos viajes larguísimos, con cinco personas en un Fiat 600 y no sufríamos el síndrome de la clase turista. No tuvimos puertas, armarios o frascos de medicinas con tapa a prueba de niños. Andábamos en bicicleta sin casco.

Pasábamos horas construyendo “autos” para bajar por las cuestas y sólo entonces descubríamos que nos habíamos olvidado de los frenos. Después de chocar con algún árbol, aprendimos a resolver el problema.

Salíamos de casa por la mañana, jugábamos todo el día, y solo volvíamos cuando se encendían las luces de la calle. Nadie podía localizarnos. No había celulares.

Nos rompíamos los huesos y los dientes y no había ninguna ley para castigar a los culpables.

Comíamos dulces y bebíamos refrescos, pero no éramos obesos. Alguno era gordo y punto.

Estábamos siempre al aire libre, corriendo y jugando. Compartimos botellas de refrescos y nadie se contagio de nada. Sólo nos contagiábamos los piojos en el colegio. Cosa que nuestras madres arreglaban lavándonos la cabeza con vinagre caliente.

No tuvimos Playstations, vídeo juegos, 99 canales de televisión, computadoras ni Internet.

¡¡¡ Nosotros tuvimos amigos !!!. Quedábamos con ellos y salíamos. O ni siquiera quedábamos,salíamos a la calle y allí nos encontrábamos.

Íbamos en bici o andando hasta su casa y llamábamos a la puerta. ¡Imagínense!, sin pedir permiso a los padres, ¡nosotros solos, allá fuera, en el mundo cruel!! Sin ningún responsable! ¿Cómo lo conseguimos?

Hicimos juegos con palos y balones de fútbol improvisados. Bebíamos agua directamente del grifo, sin embotellar y algunos incluso chupaban el grifo.

En los juegos de la escuela, no todos participaban en los equipos. Los que no lo hacían, tuvieron que aprender a lidiar con la decepción. Algunos estudiantes no eran tan inteligentes como otros y repitieron curso. ¡Que horror, no inventaban exámenes extra!

Éramos responsables de nuestras acciones y arreábamos con las consecuencias. No había nadie para resolver eso. La idea de un padre protegiéndonos, si trasgredíamos alguna ley, era inadmisible. ¡Ellos protegían las leyes!

Tuvimos libertad, fracaso, éxito y responsabilidad, y aprendimos a crecer con todo ello. ¿Tú eres uno de ellos? ¡Enhorabuena! Tuvimos la suerte de crecer como niños, antes de que los abogados y los gobiernos regulasen nuestras vidas, para nuestro propio bien.




No hay comentarios.: